Qué poco dura el modelo para las compañías tradicionales de reparto de mercancías. El boom del frío que se avecina deja toda la logística anterior inservible. La última milla actual no vale, los centros de distribución tienen que estar acondicionados, los almacenes requieren nuevas prestaciones, la monitorización del transporte debe revisarse por completo.
Pedro Saura llega a la presidencia de Correos en un momento de confluencia de dos revoluciones: la del frío es una carrera en la que participan ya todos los actores a la busca de un líder que marque los estándares. La otra es el nuevo giro de tuerca del social commerce, de la mano de la hiperpersonalización.
Todos los ojos están puestos en el nuevo marketplace de TikTok y en sus mensajes adaptados al usuario gracias a la disponibilidad de datos y la inteligencia artificial (IA). El CEO de BigBuy, con más de 200 marketplaces asociados, Víctor Amarnani, habla del resurgir del “modelo de teletienda”, siguiendo la estela de China. Un “inventario casi just in demand, que se activa una vez el cliente ha comprado: Shein produce cuando ya ha vendido”.
Amazon Fresh introdujo en 2014 el modelo de entrega ultrarrápida, en una hora. Tuvo que sobreponerse a obstáculos como la validación del pago en el retail tradicional, que curiosamente tarda más tiempo en producirse. Se encontró, sin embargo, con que la gente demandaba fundamentalmente comida.
A medida que se asentó en el mercado, el gigante de Jeff Bezos optó por centrarse en el modelo de fulfillment para ofrecer una solución de compra online similar a la de un supermercado a un cliente más enfocado en la precisión. No era necesario recibir la compra en una hora, sino en un momento del día preciso.
Se habla del frío como la cuarta revolución del comercio electrónico. Las anteriores fueron las que nos permitieron comprar pequeños objetos tecnológicos fabricados en Asia a bajo precio; la del fashion retail, con el salto de Inditex al ecommerce a principios de la pasada década; y la última, en la que estamos todavía inmersos, la del transporte de grandes productos como electrodomésticos y muebles.
Correos está trabajando con TikTok para que conseguir que, una vez esté en marcha su marketplace y se popularice la venta a través de vídeos cortos, el producto adquirido pueda llegar desde cualquier fábrica china al domicilio del comprador, esté donde esté en España, en menos de cinco días.
El frío tiene dos grandes negocios: el farmacéutico y la alimentación, que es uno de los segmentos con más expectativas de crecimiento del ecommerce. Las empresas de distribución se enfrentan al reto de preparar toda su infraestructura para que puedan convivir los productos secos con el frío, y para salir airosos deberán recurrir a la inteligencia artificial.
Transportar más de 1.800 millones de ítems, en 15.000 vehículos y desde casi 250 oficinas, es un ejercicio de orquestación para Correos. Añádele el frío. Hay que ganar dinero con unos costes de estructura fijos y unas peak seasons brutales como la que comienza el 11/11, día del soltero chino, y acaba la noche de Reyes Magos, con el triple de actividad que un día normal.
Pharmaceutical Commerce estima que los compuestos farmacéuticos de la cadena de frío seguirán creciendo al doble de ritmo que el resto de productos en 2024. Un número creciente de soluciones medicinales de terapia avanzada requieren ultracongelación (-80 °C) o almacenamiento criogénico (hasta -196°C), en el caso de las que usan células vivas.
Europa representa aproximadamente el 25% del mercado del transporte frigorífico mundial. Tras la última edición de Fruit Logistica, la principal naviera del mundo, Maersk, lo ponía en el centro de sus preocupaciones. Citaba un informe del Centro de Promoción de Importaciones de Países en Desarrollo (CBI), de Países Bajos, según el cual el mercado europeo alberga a seis de los 10 mayores países importadores y concentra el 40% del comercio mundial.
La tendencia es que los fabricantes y minoristas de productos alimenticios vayan evolucionando de proveedores de servicios locales al ámbito paneuropeo gracias al desarrollo de soluciones tecnológicas de transporte frigorífico y a la creciente implementación de estándares de calidad.
Por lo general, las instalaciones tradicionales de almacenamiento en frío son demasiado pequeñas y dependen aún demasiado de la mano de obra, según NewCold, un proveedor global de logística de alimentos con sede en Breda (Países Bajos). Los principales procesadores de alimentos necesitarán almacenes suficientemente grandes, y que funcionen a ser posible como cajas herméticas, como propone NewCold, para crear economías de escala.
Los consumidores compran más comidas preparadas y está aumentando la variedad dentro de las categorías de productos, especialmente en los lácteos. Tras abrir un almacén refrigerado de 35.000 metros cuadrados en Nueva York, «esperábamos tenerlo lleno en los primeros seis meses, pero fue más rápido», declaraba hace unos días Ken Johnson, presidente de la empresa de transporte Leonard’s Express, a Inbound Logistics.
En el ámbito de la monitorización, Wiliot utiliza “píxeles de IoT (internet de las cosas)”, dispositivos del tamaño de sellos postales que permiten medir la temperatura y la humedad. No requieren baterías y se comunican a través de Bluetooth con lectores instalados en varios puntos de la cadena de frío. El sistema CoreTemp de EROAD se vale de algoritmos patentados para determinar la temperatura real del producto en tránsito sin colocar sensores en la carga.
El auge de la venta de productos refrigerados es indicativo, en definitiva, de un cambio en el consumo y podría abrir la vía para ese nuevo modelo de negocio de base digital que no acaba de encontrar su fórmula en el retail. Tras el sorpasso de los supermercados a los hipermercados en la década de los 90, con menos del 20% de cuota el ecommerce no puede todavía presentar una alternativa seria. Quizás el vuelco venga del frío.