Lo es cuestionable. Los planes de pensiones españoles no han sido la mejor forma de ahorrar para la jubilación si sólo se tiene en cuenta la rentabilidad. Según los datos del profesor de la escuela de negocios IESE, Pablo Fernández, invertir directamente en la bolsa o en bonos del Tesoro hubiera sido una mejor opción. Así lo afirma el experto que realiza desde hace varios años el estudio de referencia en España y que ha denunciado las ineficiencias de la industria de los planes de pensiones.
De acuerdo con los datos de la edición de este año, que cubre el periodo desde diciembre de 2001 a diciembre de 2016, la rentabilidad anual media del principal índice de bolsa española, el Ibex 35, fue del 5,24% y la de los bonos del Estado a 15 años del 5,27%. En ese mismo periodo, el retorno medio de los planes de pensiones de nuestro país fue de apenas un 2,03%. Esto quiere decir que un partícipe de un vehículo de ahorro en España habrá llegado a su jubilación con menos de la mitad de la rentabilidad que cualquiera que simplemente hubiera optado por comprar bonos o replicar a la bolsa.
El profesor del IESE cree que detrás de estas cifras no sólo están las comisiones que cobran los planes de pensiones, sino también las decisiones de sus gestores. “Las elevadas comisiones que se cobran explican sólo parcialmente la pobre rentabilidad de los planes de pensiones. Otra parte se explica por la distribución de la cartera de inversión”, señala en su último informe.
El experto apunta a la industria. “Con los datos que proporcionan la mayoría de los fondos españoles es imposible saber si la gestión ha generado valor para sus partícipes, aunque sí que ha generado valor para los departamentos de bolsa que realizaron las compras y ventas de valores”. Fernández considera que “cuando un inversor entrega su dinero a una gestora de fondos para que se lo gestione, espera obtener una rentabilidad superior a la que puede alcanzar él sin conocimientos especiales. Y por ello está dispuesto a pagar una comisión anual superior al 2% en muchos casos. Sin embargo, los datos indican que pocos gestores se merecen las comisiones que cobran”.
Por su parte, para José Antonio Cortés, director general de la unidad de pensiones de la gestora GVC Gaesco, existen otras causas que explican el bajo retorno de estos planes. “En los primeros años tras su constitución, en los años 90, todos los planes de pensiones invertían en deuda pública y renta fija, la cultura financiera y la concepción de riesgo para este tipo de producto estaba muy sesgada”, explica el experto. “Posteriormente –indica Cortés– a medida que estos productos se fueron desarrollando se empezaron a ampliar las políticas de inversiones. Esto –continúa– explica que haya fondos de pensiones que actualmente están dentro de una categoría muestren un rendimiento a largo plazo que está por debajo de lo que cabría esperar, ya que no siempre han estado ahí”.
Pero, además, el ejecutivo acusa a la concentración del sector como otra de las causas que ocultan estos magros resultados. “Otra explicación viene dada por la situación de oligopolio que hay en el mercado, donde la gran banca y las grandes aseguradoras dominan el mercado, centrándose más en las prácticas comerciales y de marketing y de distribución que en la propia calidad del producto.
Afortunadamente esto está cambiando y ya hay gestoras con un alto nivel de profesionalización que están por la calidad, por la gestión activa e independiente”, apunta el director general de la universidad de pensiones de GVC.
Siempre hay casos de éxito. Históricamente, el plan de pensiones más rentable en este periodo, según la calificación del profesor del IESE, ha sido Bestinver Ahorro. Se trata de un vehículo que ha generado una rentabilidad media anual de más del 9,7%. A ese ritmo, los partícipes logran casi duplicar su ahorro en unos siete años.
Pero en lo que va de año, uno de los planes de pensiones que está despuntando por su rentabilidad es ‘MG Lierde’, que se comercializa a través de la gestora Augustus Capital. Sus gestores consideran que el secreto de un buen producto es apostar por la renta variable al contrario de lo que suele ser habitual en las carteras de los planes españolas, que están repletas de renta fija.
Los gestores señalan que “en los planes de renta variable a largo plazo el factor diferencial siempre va a ser la rentabilidad. En un plazo de 30 años, un fondo con una rentabilidad neta anual del 2% generará un 37% de rentabilidad acumulada frente al 506% de un fondo que obtenga una rentabilidad neta anual del 10%”. Por eso es esencial elegir el producto con el que gestionar el patrimonio que complementará las pensiones.