Roger Federer decidió tomarse seis meses libres después de una mala época. Lo que nadie sabía, ni él ni sus propios fans, era que volvería con más fuerza que nunca ganando tres títulos en un año, convirtiéndose en el primer hombre con 20 títulos de Grand Slam. Lo que está claro es que aunque la carrera de Federer hubiese terminado en 2016, su legado habría continuado intacto, uno de los mejores jugadores de la historia del tenis. Estas son algunas de las razones por las que Federer lo sigue ganando todo con 36 años, según la versión americana de Forbes:
Humildad
Federer no piensa en sí mismo como el mejor jugador de tenis de toda la historia, piensa en si mismo con un viejo atleta que tiene como prioridad su salud y que intenta competir con los más jóvenes. En una rueda de prensa a principios de año, Federer declaró que una persona con 36 años tiene complicado verse como favorito en un torneo. Por estadística, y como campeón del Open de Australia, tiene sentido que Federer sea el favorito, pero nunca se acomoda demasiado, se niega a dormirse en los laureles.
Cuidar de uno mismo
En más de una ocasión ha comentado la importancia que tiene saber cómo cuidar de uno mismo, y lo crucial que es tomarse el tiempo necesario para descansar entre torneos. Comparó su primera victoria en Wimbledon con su victoria más reciente, y lo rápido que se recuperaba de las lesiones cuando era jóven, y cómo necesita mucho más tiempo ahora para mantenerse sano y en forma. Saber que necesitas tiempo para cuidarte es la clave de la longevidad, y es precisamente su prioridad.
Aprender algo de cada experiencia
Federer se acuerda prácticamente de todos y cada uno de los partidos que ha jugado, de cómo los jugó, y de la razón del resultado. Se acuerda de todo, porque de cada partido saca una lección. Si le preguntan la razón de el resultado de la segunda ronda de Wimbledon en 2013, o de la semifinal del US Open de 2017, tardará menos de un segundo en contestar. Es un examinador meticuloso de su juego, y recuerda cada partido para no repetir sus errores.
Pero estas no son las únicas razones, Federer es una mezcla de talento, disciplina y corazón, pocas veces visto. Su amistad con Rafa Nadal, quién a ojos de lo que la sociedad puede considerar normal, debería ser su archienemigo, demuestra el tipo de persona que es el suizo.
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