Relojes de menos de 1.500 euros para regalar a una mujer en Navidad

Los precios de los relojes han subido que es una barbaridad. Como casi todo. Pero esta circunstancia no nos ha impedido encontrar en el mercado piezas llegadas de Suiza (y de Japón) de buena factura y a un precio que no nos ha hecho temblar. Todos han visto la luz este 2023 que ya termina, y se han fabricado en acero. Porque otro material por menos de 1.500 euros habría sido imposible de hallar (excepto el plástico, claro). Son relojes sencillos, en su mayoría clásicos y unisex, para una persona que se inicia en esto de la relojería o para quien sigue añadiendo ejemplares a su colección. Además, difícilmente pasarán de moda.

Le Locle 20º Aniversario, de Tissot

Por más que estemos enamorados del PRX, hay que reconocer que hay más opciones deseables en el catálogo de Tissot. Por ejemplo, el modelo Le Locle, llamado así porque la marca nació en esa ciudad relojera de las montañas del Jura suizo en 1853. Esta colección de relojes automáticos de acero, cuyo diseño se inspira en la torre del reloj de la iglesia de Le Locle, es sobre todo femenina y «de vestir», y sus precios se mueven entre 625 euros y 1.245. La familia, que ha cumplido 20 años, acaba de dar la bienvenida a dos miembros de 29 y 39 mm de diámetro con números romanos y agujas azules. Nos quedamos con el mayor de ellos, que no luce diamantes y ofrece una reserva de marcha mucho mayor.

Seiko Presage Cocktail Time, de Seiko

Estos dos nuevos ejemplares de Seiko son perfectos para las próximas fiestas, en las que el oro suele estar presente para hacernos brillar más. Pero no es oro todo lo que reluce, sino acero con un revestimiento de PVD dorado, de ahí su precio asequible (580 euros). La inspiración para darles vida a estas creaciones es de lo más divertida: los cócteles de cerveza. Se suman a la serie Seiko Presage Cocktail Time, que lleva la cultura de los cócteles japoneses de la exclusiva zona de Ginza, en Tokio, a la esfera. Sus índices delgados evocan el tallo de una copa de cóctel, y las esferas doradas, las burbujas de la cerveza.

Aikon Quartz Date 35 mm, de Maurice Lacroix

Nos vamos a un tamaño más comedido, los 35 mm de diámetro de este Aikon azul. Porque casi todo el mundo necesita un reloj azul en su vida. Éste tiene el brazalete integrado, un estilo muy demandado hoy en relojería, y resulta desenfadado y hasta veraniego por su correa de caucho a juego con la esfera. Como únicas funciones aporta un segundero central y la fecha a las 3 h. El movimiento es de cuarzo, más preciso que uno mecánico. También menos romántico, pero ideal para las que buscan practicidad.

Jazzmaster Performer Auto, de Hamilton

La autonomía de este Jazzmaster con movimiento mecánico automático de tres agujas también es considerable: 80 horas de reserva de energía, lo cual permite a su dueña estar algo más de tres días sin darle cuerda al reloj. Combina bien con atuendos formales, por sus pequeñas dimensiones y su correa de satén. Se trata de un accesorio de acero, pero su bisel con PVD color oro rosa y su esfera de nácar iridiscente lo elevan. Perfecto para quien busca una estética atemporal y minimalista.

Skindiver Salmon, de Vulcain

Ésta es una apuesta más arriesgada para regalar. Es necesario conocer bien a la persona a la que se le va a obsequiar y comprobar que ya tiene algún reloj en su joyero. Entre otras cosas, porque la marca, la suiza Vulcain, no es muy conocida por estos lares. Su línea de relojes de buceo Skindiver Nautique se lanzó a principios de enero de este año con esfera negra o azul, y tres meses después llegó esta versión en un tono salmón muy apetecible para dar un toque de color a la muñeca. Además, sus aires retro son irresistibles. No así su reserva de marcha de solo 38 horas.