Enderezar una entidad insolvente que presenta algunas de los mejores ratios de solvencia del sector y, simultáneamente, reenfocar su cultura de cartilla de ahorro hacia lo digital en poco más de cinco años es todo un logro de su equipo de gestión. “En esta crisis todos hemos aprendido la importancia de que las entidades tengamos una gestión orientada al largo plazo”, señala su CEO, José Sevilla.
¿Qué incidencia ha tenido la crisis catalana en el actual negocio de Bankia?
No ha tenido prácticamente efecto. De hecho, todos los indicadores de nuestra actividad bancaria en Cataluña siguen evolucionando de forma favorable. Durante unos días hubo algo de intranquilidad en la clientela en Cataluña, pero afortunadamente pasó y confío en que la situación acabe por tranquilizarse del todo en las próximas semanas y se pueda revertir cualquier perjuicio que se haya generado en la economía.
¿Qué ha aprendido el sector de la crisis financiera?
Creo que en esta crisis todos hemos aprendido la importancia de que las entidades tengamos una gestión orientada al largo plazo. Una gestión que tiene que estar basada en un excelente gobierno corporativo que siga de forma efectiva los indicadores clave de la gestión de la entidad. Entre ellos destacaría la adecuada estructura de financiación del balance y las políticas de concesión del riesgo crediticio, que sin duda han sido los factores que han generado una mayor vulnerabilidad a las entidades. Y, adicionalmente, como sector tenemos una asignatura pendiente que es el gran reto de mejorar nuestra reputación. La sociedad sigue decepcionada con la banca porque nos culpa de la crisis y, seamos o no los únicos culpables, ahora tenemos que demostrar a la sociedad que somos útiles, que es importante que seamos rentables y que el buen funcionamiento del sistema financiero español es clave para el crecimiento de nuestra economía.
¿Qué se espera de la absorción de BMN?
Cuando planteamos la integración de BMN, queríamos llevar a cabo una operación que tuviera sentido industrial y sentido financiero. Y hoy estamos convencidos de que ambas variables se cumplen, lo que nos permitirá crear un gran valor para nuestros accionistas. Esperamos que en el año 2020 esta operación genere unos beneficios adicionales de 245 millones de euros, lo que se traduce en un incremento del beneficio por acción del 16%. Además, la fusión nos convierte en líderes en regiones importantes en las que nuestra cuota de mercado era muy reducida, como Granada, Murcia o Baleares. Esperamos poder empezar a trabajar como un único banco a partir de finales de este año. En definitiva, creemos que esta integración es una forma de crear valor para los accionistas de las dos entidades y contribuir a la devolución de ayudas a los clientes.
¿El entorno de tipos de interés está teniendo un impacto visible en los márgenes del Grupo. ¿Cuánto tiempo prevé Bankia que dure el actual escenario?
El entorno actual de tipos de interés negativos es muy excepcional y, desde luego, impacta en las cuentas de resultados de las entidades financieras. En nuestro caso, por el fuerte peso de la cartera hipotecaria a tipo variable en nuestro balance, somos especialmente sensibles a los movimientos de tipos.Nuestra previsión es que entre 2018 y 2019 el euríbor empezará una tendencia ascendente para situarse en terreno positivo. Solo con una subida de medio punto de los tipos de interés, que situaría el euríbor en el 0,3%, los ingresos de Bankia crecerían en 250 millones anuales, lo que supone un aumento del 20% en el beneficio.
¿Se han terminado las concentraciones bancarias en España? ¿Las siguientes serán a nivel europeo?
El sector financiero español es uno de los que han vivido un mayor proceso de concentración y mucho más no se puede avanzar en él. Puede haber algo más de concentración en torno a las entidades más pequeñas porque la normativa y el mercado están exigiendo cada vez entidades de un mayor tamaño, pero no supondría grandes cambios en el mapa general del sector. Efectivamente, ya empiezan a verse algunos posibles movimientos a nivel europeo, aunque todavía nos queda mucho camino por recorrer en ese ámbito para que haya un verdadero proceso de concentración paneuropeo porque los mercados nacionales son todavía diferentes, incluso en las normativas y el proceso de armonización normativo no está concluido. En estas condiciones no es fácil generar grandes sinergias de ingresos y costes, que son las que hacen que una fusión tenga sentido.
¿Los cambios tecnológicos cambiarán el modelo de negocio de la banca minorista?
Desde luego ya ha influido mucho en los últimos años. Como prueba unos datos de Bankia: los costes de procesos se han abaratado un 60% en solo diez años, el 90% de las operaciones transaccionales se hacen ahora por canales alternativos a las oficinas, una de cada tres operaciones la realizan los clientes por el móvil, y el 40% de nuestros clientes ya tienen una relación multicanal con Bankia.
En Bankia creemos que la mejor estrategia será aquella que sepa combinar mejor la digitalización de procesos con el asesoramiento personal, ya sea en las oficinas o a distancia. En definitiva, las personas seguirán siendo clave en nuestro negocio. Lo que tendremos en el futuro será un modelo de interacciones múltiples en los distintos canales con nuestros clientes. Este modelo híbrido es en el que nosotros creemos. Actualmente, más de 500.000 clientes de Bankia cuentan con un asesor personal a distancia y es un servicio que pusimos en marcha solo hace dos años.