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Forbes Startups | El CBDC y la desregulación de las actividades bancarias

El mejor efecto de que los CBDCs sean un activo seguro es que, precisamente porque no pueden entrar en crisis, no necesitan ninguno de los remedios, protecciones y privilegios que el Estado concede a los bancos.

A lo largo de las últimas décadas se han liberalizado y desregulado numerosos sectores económicos: el comercio internacional, las telecomunicaciones, los transportes, los mercados laborales y la introducción de mercado en China y otros países comunistas. También se ha liberalizado el sistema financiero no bancario con efectos muy positivos. Sin embargo, las actividades bancarias han ido alejándose cada vez más del libre mercado. Hoy la banca es el sector económico más protegido o intervenido por el Estado en todos los países. El número de privilegios y protecciones que solo disfrutan los bancos y no disfrutan ni los ciudadanos ni las empresas es inmenso. Las ayudas a la liquidez, la garantía de depósitos, el acceso exclusivo al dinero digital emitido por los bancos centrales, la no aplicación de las leyes de bancarrota, la exención de la legislación antitrust, la inyección de dinero de los contribuyentes para salvar a los bancos, los fondos de resolución y la posibilidad de crear dinero son solo algunos.

A estos privilegios hay que añadir el intervencionismo que suponen las numerosas regulaciones denominadas Basilea III, por las cuales el Estado les dice a los bancos cómo deben asumir sus riesgos. Esta normativa tiene unos dos millones de palabras. Teniendo en cuenta que la Biblia, en la versión de King James, tiene 770.000 palabras, los banqueros deben leer alrededor de tres biblias para saber cómo deben cumplir con los requerimientos del Estado. Pero todos estos privilegios y regulaciones son necesarios y están plenamente justificados mientras el medio de pago generalmente utilizado sean los frágiles depósitos bancarios.

El beneficio más evidente de utilizar los CBDCs como medio de pago digital en vez de los depósitos bancarios es que el valor facial de los CBDCs es estable. La explicación es que el CBDC, al igual que el dinero físico –los billetes– es dinero, mientras que los depósitos bancarios son solo una “promesa” de devolver dinero. Promesa que puede no cumplirse y originar crisis bancarias. Pero el mejor efecto de que los CBDCs sean un activo seguro es que, precisamente porque no pueden entrar en crisis, no necesitan ninguno de los remedios, protecciones y privilegios que el Estado concede a los bancos. Y tampoco necesitan una regulación prudencial como Basilea III por- que no se pueden producir crisis que colapsen los pagos.

La actual protección del Estado a los bancos es costosísima y el CBDC permitiría ahorrarse estos costes. EL CBDC no necesita esas protecciones e intervenciones por lo que podrían suprimirse. Sin esas protecciones, los bancos no podrán sobrevivir y se verán obligados a separar sus negocios de pagos de los de crédito. Tendrán que dedicarse a prestar servicios de pagos y de crédito sin la ayuda del Estado y en plena competencia con todos los que quieran prestar esos servicios. Al suprimir las protecciones de unos pocos se nivelará el campo de juego para todos los participantes, nivelación fundamental para que exista competencia.

Esta liberalización de las actividades bancarias conseguirá que los servicios sean mejores, con menor coste y más calidad que los que se prestan ahora. Pero, como ha sucedido con la liberalización de otros sectores, el mayor efecto será que aparecerán innovaciones. Nuevos servicios que no podemos visualizar ahora porque solo aparecen cuando se introduce el libre mercado. Por ejemplo, nadie imaginó que con la liberalización de las telecomunicaciones iban a surgir los smartphones o servicios como el Whatsapp. La liberalización de las actividades bancarias será la reforma económica más importante del s. XXI. Como todas las liberalizaciones, aumentará el crecimiento del PIB que ahora va a enfrentarse con muchos factores en contra. Y los servicios llegarán a los usuarios más desfavorecidos. Pero esta liberalización solo será posible cuando no se utilice como medio de pago un activo frágil inseguro y con riesgo financiero(los depósitos bancarios) y se sustituya por un activo seguro y sin riesgo (los CBDCs).

*Miguel Fernández Ordóñez fue Gobernador del Banco de España

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