Hay dos formas de entender un proyecto: la que se deriva de su definición literal según su dedicación y la que implica rebuscar en el alma de esa iniciativa para poner en valor su implicación y alcance. La primera de ellas me llevó a comprender que Aletheia es “una marca de ropa atemporal fabricada en España de forma artesanal”, al menos así la definen ellas, Gavina Ligas y Ayoko Yokota, las fundadoras de la que sabemos es una firma que se dedica a hacer ropa sostenible. La segunda manera de entender eso que llega a mi poder es la que más me interesa, la que supone encontrar el sello de identidad que define y diferencia. Lo encontré. En estas dos mujeres empresarias, pero sobre todo creativas, di con la esencia de una frase que ya pronunció J. W. Goethe: “No hay estética sin ética”.
En el mismo momento en que comprobé con mis ojos la longevidad que escondía una flor arrojada al suelo y condenada a no servir para nada, entendí que Aletheia había llegado a la industria para crear prendas de forma sana y natural, no como una firma más, sino en el sentido más insuperable del término. En cualquier caso, las dos vías de aprendizaje me llevaron a la misma conclusión: la intención de esta referencia de sumar responsabilidad al sector es cultivar el respeto a los materiales naturales y a las técnicas artesanales, donde todo el tejido sobrante se recicla [incluso el agua utilizada en proceso de tinción] y y se somete a un proceso circular donde todo lo que se crean regresa a la naturaleza sin dañarla. El negocio llegaría después.
Nacida en Turín, pero criada en Burdeos, Gavina es amante del dibujo y de los colores. Su vínculo con la moda le viene de familia, ya que tanto su abuelo como su padre fueron sastres muy respetados. Durante 20 años, la diseñadora trabajó con Sybilla como directora creativa de las colecciones de Jocomomola para Japón. Y puede que su sensibilidad para captar talento e intuición le llevara a encontrarse por el camino con Ayako. La japonesa, que se trasladó a España en 1999 para seguir sus estudios artísticos y de diseño de moda, tiene una larga carrera como diseñadora y patronista en diferentes marcas de moda femenina e infantil, y como docente en diversas universidades de Madrid.
Mil gardenias para ti
Tras su conexión artística, rápida y efectiva, juntas definieron y dieron forma al eje de actividad de Aletheia: el color. “Nuestro proceso de tinción es absolutamente natural y sostenible. Extraemos los colorantes que da la naturaleza, igual que se hacía hace millones de años, pero con una mirada contemporánea que mejora el proceso y prescinde de los metales tóxicos utilizados de forma tradicional para fijar el color”, aclaran las emprendedoras que han conseguido crear prendas y complementos de lino, seda, lana y algodón a partir de plantas, como la gardenia, la más especial para este dúo de diseñadoras que han sabido sacar el jugo al vegetal de dulce perfume que mejor destila el sol para condensarlo en sus frutos.
La naturaleza abriéndose paso
Hasta ahora, era habitual emplear su uso en la elaboración de perfumes, por su aroma similar al jazmín y reminiscencia oriental, pero no para la confección de prendas. Pero es en esos pigmentos que desprende donde está su poder como tinte con historia, porque proporcionan sedas y lanas de un amarillo enérgico intenso. Por ello, no resulta extraño que en la China antigua el amarillo de esta planta fuese uno de los cinco colores correctos, puros, dignos de vestir emperadores. Ya fuera del continente lejano, el amarillo encarna progreso, felicidad, gloria, evolución y prosperidad, de ahí que sea el color insignia de Aletheia para materializar la alegría de vivir en prendas que, una vez confeccionadas mediante procesos artesanales [las plantas se hierven en agua durante horas hasta conseguir el color deseado], su proceso creativo asegura longevidad, sostenibilidad y calidad. Aseguran aletheia, que en griego significa ‘verdad’. Y si algo pretenden Gavina y Ayako es desvelar la verdadera esencia de las cosas a través de una búsqueda entre las infinitas tonalidades que ofrecen la gran variedad de plantas que emplean en cada ocasión para obtener una paleta de colores aproximada a la de su uso anterior. Nunca la misma.
Partiendo de lo emocional las dos empresarias se unen a las nuevas formas de actividad empresarial que aspiran a cambiar el mundo que habitamos, contribuyendo a la sostenibilidad material y el desarrollo emocional, ya que quieren prensar que las prendas mantienen las propiedades curativas de las plantas de las que proceden. Seguro será así.