‘A rey muerto, rey puesto’ es una máxima que recuerda que nadie es imprescindible. J Lo es una maestra de ese comportamiento y cuando lo dejó con su ex pareja, el jugador de béisbol profesional Álex Rodríguez no tardó mucho en anunciar romance con su ex-ex Ben Affleck, haciendo vibrar a medio mundo con la idea de que todo es posible en Hollywood, incluidas las segundas partes» La pareja materializó su compromiso con una boda que pasará a los anales de la prensa rosa e hizo lo que suelen hacer todas los matrimonios: irse a vivir juntos.
Su nido de amor consistía en una espléndida mansión en el lujoso barrio de Pacific Palisades en Los Ángeles (California) con ocho habitaciones y 11 cuartos de baño situada entre las montañas de Santa Mónica y el centro de Los Ángeles, según contó el portal de noticias sobre famosos TMZ. La casa costó 60 millones de euros. La casa es lo suficientemente amplia como para acoger a la familia numerosa en la que se han convertido: J Lo, Ben y los cinco hijos que suman entre ambos. JLo tiene dos gemelos de 15 años, Emmy y Max, fruto de su relación con el cantante Marc Anthony, mientras que Affleck comparte tres hijos, Violet (17 años), Seraphina (14) y Samuel (12), con su ex, la actriz Jennifer Garner.
Antes de comprar la casa, J Lo había puesto a la venta la mansión que poseía en el barrio de Bel-Air. también en Los Angeles, y que había adquirido en 2016 por 28 millones de euros. La artista redecoró la residencia de 1.200 metros cuadrados con la ayuda del famoso arquitecto Samuel Marx, que combinaba combinaba piedra y madera, dándole una estética de refugio rural francés. Hoy, ocho años después, J Lo ha vendido su propiedad por 32 millones de dólares en una operación que le ha hecho ganar 4 millones, segúnrevela TMZ.
A pesar de la ganancia, no era la primera cifra que la artista había pedido por su casa, que era un poco más alta: 42,5 millones de dólares. A pesar de la rebaja la venta fue un récord para la zona según la misma fuente, así que J Lo tiene motivos para celebrar.