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Van Cleef & Arpels llega a España: estos son todos sus relojes

Hace una década, que se dice pronto, la plana mayor de la firma joyera y relojera Van Cleef & Arpels decidió instalar la marca en España por primera vez en su historia. Y lo ha conseguido ahora. Desde luego, prisa no tenían. Querían llegar para quedarse durante una larguísima temporada, y por eso debían encontrar el local adecuado. Location, location, location, que dicen los anglosajones. Lo hallaron primero en el Paseo de Gracia de Barcelona, aunque también buscaban una buena dirección en Madrid. Cuando logren esto último (abrir tienda en la capital y disponer de dos boutiques en el país), la firma propiedad del grupo de lujo Richemont (dueño también de Cartier) establecerá una sede con un pequeño equipo en Madrid.

Además de joyas que quitan el hipo, la enseña que nació en 1906 en la Plaza Vendôme de París ha traído a España sus relojes. Son modelos con décadas de trayectoria en muchos casos. Las primeras creaciones relojeras de la casa aparecen en sus registros de ventas desde su fundación. Los relojes joya, en boga en aquella época, como los colgantes que escondían una esfera en el reverso, se codeaban con los relojes châtelaine, que se llevaban en la solapa de la chaqueta o de la blusa. Los de pulsera, más prácticos, fueron poco a poco sustituyendo a los anteriores.

En los años 30 se desarrollaron el modelo Cadenas y los Ludo, dos de las referencias relojeras de Van Cleef & Arpels, mientras que en los 40 llegó el Pierre Arpels, con dos enganches centrales a las 6 h y a las 12 h que le hacen muy reconocible y que adornan también otros relojes, como las creaciones Complicaciones Poéticas de 2006 y, más recientemente, las piezas Sweet Alhambra y Perlée.

A la hora de crear sus relojes, los artesanos de la marca se inspiran en el amor, en la naturaleza, en la danza, en la suerte, en la astronomía y en las hadas. Sus productos, con una visión poética, no pueden evitar la experiencia joyera de la casa, lógicamente, que domina el engaste y otras técnicas joyeras. No encontrarás ni uno en acero: todos emplean el oro, amarillo, rosa o blanco. Actualmente, Van Cleef & Arpels comercializa un catálogo centrado en la muñeca femenina, con todas estas colecciones:

Perlée

Las cuentas doradas son el leitmotiv de los Perlée, de formas redondeadas. El oro se combina en ellos con piedras preciosas u ornamentales, nácar o coral, y la hora se ajusta mediante un pulsador situado en la parte posterior de la caja, que queda invisible cuando se lleva puesto el reloj. Se despliega en forma de collares, pulseras y relojes. Estos pueden colgarse al cuello con la ayuda de una cadena o pueden rodear la muñeca. Los hay secretos (llamados así porque disponen de una tapa para proteger el dial) y los hay sin tapar.

Tamaños: 23 o 30 mm de diámetro

Precios: entre 9.200 y 80.000 €

Complicaciones Poéticas

Es la colección más amplia de la firma, y eso revela su afán por ir más allá de lo trillado. Estos relojes cuentan con alguna complicación, es decir, que aportan más funciones que la de dar la hora y los minutos. Las esferas se fabrican con materiales tan variados como nácar, ónice, aventurina, meteorito, jaspe y otras piedras. Cobran vida gracias a unos movimientos mecánicos (de cuerda manual o automática) que aportan sorpresas como esferas giratorias, animación bajo demanda, calendarios originales, horas saltantes y minutos retrógrados (como los del Lady Féerie Or Rose de la foto inferior)… Sus calibres los desarrolla principalmente Val Fleurier, el fabricante de movimientos de Richemont. La línea Complicaciones Poéticas engloba la subcolección de signos del zodiaco Zodiaque.

Tamaños: 33, 38, 41 o 42 mm de diámetro

Precios: entre 83.500 y 545.000 €

Alhambra

Es quizás la línea más conocida de la marca. Creada en 1968, alude a la suerte porque representa un trébol de cuatro horas, pero lleva el nombre del palacio granadino. Ofrece muchas posibilidades, como el Perlée: lucirlo con una correa intercambiable de piel de aligátor o de raso o con una cadena formada por más tréboles, como el Sweet Alhambra de la imagen inferior, con cuatro piedras cornalina. Incluso la esfera se tiñe colores con distintos materiales (nácar, ónice, oro amarillo, cornalina, turquesa, lapislázuli y diamantes). Todos son de cuarzo.

Tamaños: 22,7 x 22,7 mm, 26 x 26 mm, 27 x 27 mm, 28,1 x 28,1 mm o 30 x 30 mm

Precios: entre 8.400 y 51.000 €

Charms

Se distingue por su silueta redonda adornada con un amuleto de la suerte que se mueve al ritmo de los gestos de la muñeca, y que evoca los amuletos creados por la marca a partir de los años 20 del siglo pasado. La colección se presenta en varios tipos de oro, como es habitual.

Cadenas

Es inconfundible, porque no hay un reloj con una forma similar a ésta. Data de 1935, y se inspiró en la Duquesa de Windsor, una de las principales clientas de la marca. Ha llegado hasta nuestros días con la misma esfera angular, fabricada en nácar o con pavé de diamantes. Parece una pequeña escultura que se aferra a la muñeca, y es más pulsera que reloj. Se puede ceñir con una correa de piel de aligátor o con un brazalete de oro blanco, amarillo o rosa. Solo porta movimientos de cuarzo.

Tamaños: 14 mm x 26 mm

Precios: entre 24.300 y 193.000 €

Extraordinary Dials

Altas dosis de artesanía y piedras preciosas caracterizan a estos relojes. Sus esferas se han realizado con técnicas como el esmaltado, el engaste, la marquetería y la pintura en miniatura, para formar escenas de animales, como en el Lady Duo de Lions. En la web de la firma encontramos actualmente 16 modelos, entre ellos algunos con charms (en la foto inferior) y otros de tipo Pierre Arpels, con los enganches centrales de la caja. Hay piezas únicas, como el Lady Arpels Poème Rose, ediciones limitadas y otras numeradas. Los de mayor diámetro albergan un movimiento mecánico de cuerda manual con una reserva de marcha de 36 o 40 horas, dependiendo del tamaño.

Tamaños: 25, 32, 33 o 41 mm de diámetro

Precios: entre 62.000 y 411.000 €

Relojes de Alta Joyería

En esta colección la compañía engloba a aquellos relojes que incorporan piedras preciosas, y también modelos secretos cuajados de diamantes, rubíes y zafiros. Olvídate de la clásica correa de piel (sus brazaletes son más historiados) y añádeles muchos ceros a su etiqueta: cuestan entre 72.500 y 453.000 euros. Además, tienden a un tamaño recogido y funcionan con un movimiento de cuarzo. Entre ellos está este Ludo que desvela la hora con solo apretar un pulsador. También secreto es el Marguerite Secrète, con forma de margarita, y el Ruban Secret, con forma de lazo.

Pierre Arpels

El más sobrio y clásico de los relojes Van Cleef & Arpels se llama Pierre Arpels por el sobrino de Estelle Arpels, cofundadora de la casa. Nacido en 1949, presenta unas líneas puras, números romanos, agujas finísimas y un motivo piqué en la esfera. Dos enganches centrales a las 6 h y a las 12 h unen la caja a la correa de piel, de manera que el círculo se encuentra con la línea recta. Su esfera es de un blanco impoluto, y el bisel puede llevar un engaste de diamantes. Un diamante más adorna la corona en todos los ejemplares de la línea, e incorporan un movimiento mecánico de cuerda manual con una reserva de marcha de 48 a 60 horas. En el catálogo actual solo hay una versión con complicación, el Heure d’Ici & Heure d’Ailleurs de Pierre Arpels, que combina dos husos horarios.

Tamaños: 38 o 41 mm de diámetro

Precios: entre 16.300 y 38.900 €