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M. Dolores Dancausa: “La banca española ha hecho un esfuerzo considerable en saneamiento”

Mª Dolores Dancausa posa en las oficinas centrales de Bankinter para el objetivo de la revista Forbes. © Jaime Partearroyo

Al poco tiempo, en 1994, se crea la compañía Línea Directa Aseguradora, propiedad de Bankinter, donde es nombrada Secretaria General y del Consejo hasta el año 2008 que pasa a ocupar el cargo de Consejera Delegada. Desde octubre de 2010 ocupa el puesto de Consejera Delegada de Bankinter, una de las primeras y más innovadoras entidades financieras de España.

Bajo su dirección, Bankinter ha destacado por sus resultados financieros y su posición de liderazgo en términos de solvencia, rentabilidad y calidad de activos. En 2016 la entidad alcanzó unos resultados récord, con un fuerte crecimiento en todas las líneas de negocio, siendo la entidad bancaria más rentable del Ibex 35 por cuarto año consecutivo.

Esta burgalesa con un currículum brillante y a la que nadie le ha regalado nada, ha desarrollado toda su carrera profesional en el sector financiero, y fue elegida por Forbes en el número de este verano como una de las mujeres más influyentes y poderosas de España. María Dolores Dancausa recibe a Forbes en su despacho de la sede central de Bankinter en Madrid

En un reportaje que hemos publicado en ‘Forbes’ este verano, al que hemos denominado ‘Las 50 españolas más poderosas’, se le ha incluido. Cuando lo leyó, ¿qué pensó?

Lógicamente nada más conocerlo tuve una mezcla de incredulidad y sorpresa, ya que ello significaba alcanzar algo extremadamente halagador, pero al mismo tiempo nada buscado ni ambicionado. Mi misión, al estar al frente de Bankinter, una importante empresa española cotizada, se limita nada más, (y por supuesto, nada menos), que a gestionar su estrategia de negocio, a liderar a sus equipos humanos, a ofrecer unos excelentes productos y servicios a nuestros clientes, y a generar valor para sus accionistas. Las importantes responsabilidades que todo ello conlleva no dejan lugar a pretender o desear temas tales como el poder que todo ello lleva aparejado, pero en todo caso por supuesto me ha producido una cierta satisfacción, aunque siempre teniendo claro que las mundanas obligaciones del puesto que se ocupa son lo primero y la vanidad no las debe distraer.

¿Por qué eligió estudiar Derecho y no otra carrera? Ejerció como abogada en el turno de oficio, ¿qué fue lo que más aprendió, y le ha servido para mejorar en su carrera?

La elección de la carrera fue en mi caso absolutamente vocacional. Vengo de una familia de abogados, en la que el derecho era un tema de conversación habitual y mis hermanos y yo lo hemos vivido con pasión. Durante algún tiempo me dedique al Derecho Procesal y pasé tres años en los juzgados, curtiéndome en defender pleitos. Esa circunstancia me sirvió, en primer lugar, para aprender derecho, pues es en la práctica de una profesión donde verdaderamente se aprende la esencia de la misma. Y en segundo lugar, para conocer a las personas y sus problemas, ya que los juzgados y lo que allí se plantea son una ventana al mundo que te muestra lo mejor y lo peor de la realidad humana.

¿Por qué se decanta por la asesoría jurídica en banca, en lugar de elegir trabajar en un bufete privado?

Creo que uno de los méritos principales de mi carrera profesional ha sido el de saber aprovechar las oportunidades que se me han ido presentando, haber tenido la decisión, la intuición o el coraje de decir ‘sí’ a propuestas que han sido a la postre positivas para mi carrera. Es decir, no fue tanto una decisión planificada como una dinámica a la que llegas por la confluencia de distintos factores. Lo cierto es que esas oportunidades a las que me refería me llevaron a ejercer la abogacía en la asesoría jurídica de una entidad de primer orden, como es Bankinter, y después en Línea Directa Aseguradora, compañías que siempre me dieron ejemplo por el estímulo del talento y la orientación a resultados, y en las que he realizado la práctica totalidad de mi carrera.

Dolores Dancausa: “La banca española ha hecho un esfuerzo considerable en saneamiento”. © Jaime Partearroyo

¿Cómo llega a Bankinter?

El primer contacto con Bankinter se produjo cuando entré a formar parte como abogada de su asesoría jurídica, donde pasé unos pocos años realizando las tareas legales habituales en una gran empresa. Al poco tiempo, en 1994, me propusieron desde el banco participar en la puesta en marcha de una nueva compañía que nacía como una joint venture entre Royal Bank of Scotland y Bankinter, lo que después sería Línea Directa Aseguradora; un proyecto que había nacido conceptualmente en Gran Bretaña en 1985 y que se basaba en gestionar y comercializar un negocio de seguros a través del teléfono y muy apoyado en la tecnología disponible entonces. Empezamos cinco personas, a quienes nos auguraron todo tipo de dificultades que afortunadamente no se vieron cumplidas. Dos años bastaron para conseguir las 100.000 primeras pólizas y, una década después de su creación, Línea Directa tenía ya la misma dimensión que muchas de las aseguradoras tradicionales.

En 2010 le nombraron consejera delegada de Bankinter, un cargo de gran responsabilidad en plena crisis económica en España. ¿Cómo fueron esos primeros años, hasta que se integró de lleno en la entidad?

Mi nombramiento como Consejera Delegada de Bankinter se produjo, en efecto, cuando coincidían dos realidades contrapuestas: por un lado, en Línea Directa y en lo relativo a la actividad aseguradora estábamos obteniendo unos resultados excepcionales, mientras que la banca estaba pasando por uno de sus momentos más difíciles. Ello representó por tanto, un cambio de gran magnitud, a la par que un reto tremendo, en una situación del sector y de los mercados que no era precisamente halagüeña. El desarrollo de la crisis supuso un desasosiego constante a lo largo de muchos años. En ese comienzo, fui testigo directo de la desaparición de bancos centenarios, reducción en el número de entidades, que en poco tiempo pasaron de ser más de cuarenta a quedar reducidas a una quincena… Hemos visto pruebas de estrés, planes de recapitalización, intervención de países y de bancos sistémicos, un rescate europeo a parte de nuestros bancos… El principal hándicap, por tanto, fue tratar de gestionar la evolución de uno de los principales bancos del país en un entorno durísimo de crisis no solo económica, sino también reputacional. La banca pasó de ser un sector respetado a convertirse en el blanco de todas las críticas y en el origen de todos los males. Navegar en esas aguas revueltas y conseguir que Bankinter saliera fortalecido de esa situación hasta situarse en la posición de liderazgo en términos de solvencia, rentabilidad y calidad de activos que hoy tenemos, ha sido el mérito colectivo del que me siento más orgullosa.

Bankinter es el sexto banco español por tamaño, y uno de los más solventes, con unos activos de 71.000 millones de euros. ¿Qué futuro a medio plazo le augura?

Bankinter es actualmente la única entidad financiera que sigue conservando su integridad, su nombre original y su independencia desde su fundación, hace ya más de cincuenta años. El resto de bancos en el sistema financiero español son todos ellos el resultado de fusiones y/o adquisiciones, que se han ido produciendo a lo largo de los años y que conforman lo que cada una de ellas es hoy día. Solo nosotros nos mantenemos conservando nuestra identidad original, creciendo orgánicamente y teniendo como objetivo generar valor para los accionistas y ofrecer un servicio de calidad para todos nuestros clientes. Siempre he dicho que las empresas que son capaces de cumplir cincuenta años, y más si lo hacen en puestos de liderazgo, tienen muchas probabilidades de llegar a ser centenarias. Y estoy convencida que ese será el futuro a medio/largo plazo para Bankinter: seguir siendo una entidad respetada en el sector, con una dimensión satisfactoria, y sobre todo, con una propuesta de valor diferenciada.

¿Qué características diferencian a Bankinter con respecto al resto de entidades?

El hecho, como decía, de no haber participado en fusiones o compras de otras entidades en España, nos ha dotado de una identidad corporativa muy sólida y una personalidad muy definida. Somos la entidad más rentable de España, con un ROE que supera el 12%; somos el valor bancario que más ha subido en bolsa en los últimos años, lo que muestra que el mercado reconoce nuestro potencial para seguir generando beneficios de forma sostenible; tenemos la mejor calidad de activos de la banca, con la tasa de morosidad más baja, entre otras cosas porque fuimos prudentes a la hora de atender los riesgos en los tiempos del boom inmobiliario y de elegir los clientes y los negocios en los que queríamos invertir; somos un banco con una red de oficinas muy limitado pero que, a la vez, es capaz de generar beneficios casi en línea con la gran banca; somos pioneros en el uso de la tecnología aplicada al negocio bancario, lo que nos da una ventaja competitiva de cara al futuro; y por último, mantenemos una exigencia máxima en la calidad de servicio y de atención a nuestros clientes, de los que nos sentimos muy orgullosos.

Dice que son pioneros en el uso de la tecnología aplicada al negocio bancario. ¿Qué lugar ocupan las nuevas tecnologías/ redes sociales en la estrategia de Bankinter?

Hemos sido desde nuestro nacimiento conscientes de la importancia y el impacto de la tecnología para conseguir ser un banco eficiente en sus procesos y cómodo y fácil para sus clientes. Y también desde nuestros orígenes hemos sido muy sensibles hacia la innovación y todo lo que ella representa. Precisamente la apuesta por la innovación y la tecnología han sido determinantes para conseguir lo que antes mencionaba de ser el único banco español que no ha crecido fruto de fusiones y adquisiciones. Como botón de muestra, recuerdo que varios años antes de la aparición de internet, Bankinter ponía al servicio de sus Clientes-Empresas un servicio de Banca Electrónica, que anticipaba ya la nueva forma de relacionarse entre la entidad y sus clientes. También Bankinter fue el primer banco que empezó a relacionarse con sus clientes particulares vía móvil a principios de los años 2000. En los últimos años, con la velocidad y profundidad de los cambios que se están produciendo en la tecnología, hemos acelerado nuestra transformación digital para actualizar nuestros productos y servicios digitales. Y en cuanto a las redes sociales, podemos estar orgullosos de tener una de las comunidades más numerosas y, sobre todo, más fieles de la banca. Creo que somos un referente ahí.

¿Cuáles son las principales líneas de negocio del banco?

Nuestra estrategia se asienta sobre cinco grandes grupos de líneas de negocio, que conforman un conjunto armónico y complementario entre ellas. Constan de dos grandes áreas de actividad bancaria tradicional, una dedicada a la banca de empresas, y otra dedicada a la banca comercial; un negocio centrado en la actividad aseguradora, Línea Directa Aseguradora; otro orientado a la financiación al consumo (Bankinter Consumer Finance); Y finalmente una última y más reciente, Bankinter Portugal, que engloba toda nuestra actividad en territorio portugués.

Bankinter cuenta con una red de 440 oficinas, de las que 360 están en España y el resto en Portugal, tras la adquisición en 2016 del negocio de banca de Barclays. ¿Cuál es la estrategia y el plan de expansión de la entidad?

La realidad es que Bankinter ha sido una excepción en los años pasados de euforia y crecimientos desmesurados de amplias redes de oficinas. Siempre hemos tenido claro que es mejor tener una red eficiente que una red extensa y los resultados que hemos ido cosechando, con un último ejercicio récord, lo refrendan. Nuestra expansión nunca se ha realizado creciendo en oficinas, sino incrementando el negocio y la eficiencia con la que lo gestionamos, y seguiremos aplicando esta máxima.

¿Sería positivo para Bankinter que les comprara Banco Santander?

Creo que no. Es más, creo rotundamente que no.

Tras la adquisición de Banco Popular por Banco Santander, las fusiones, el cierre de sucursales, la marcha de algunos bancos extranjeros… ¿Se puede decir que el sistema financiero español esta saneado?

La banca española ha hecho un esfuerzo considerable en saneamiento que, en mi opinión, no se ha visto suficientemente reconocido. Y con ello estoy rompiendo una lanza en favor del sector en general, y no necesariamente de Bankinter, ya que hemos tenido la suerte de formar parte de las entidades más solventes del sistema financiero español, incluso en los tiempos más duros de la crisis financiera. Pese a todo, es evidente que hemos superado la imagen en los mercados de sector por el que no se podía apostar, como bien refleja la evolución en bolsa de los bancos españoles. En cuanto a la consolidación y las fusiones dentro del sector, considero que aún quedarían algunos flecos, pero la principal parte del trayecto ya está recorrido.

¿Cuántos bancos grandes se quedarán en España? ¿Contempla alguna nueva fusión en los próximos años?

Como decía, pueden estar aún latentes algunos flecos en cuanto a movimientos corporativos en la banca. Pero si hay algo indudable es que Bankinter estará, no sé si entre los cinco primeros bancos por tamaño porque ya es el sexto, pero sí entre los principales bancos por rentabilidad y por buena gestión.

¿Cómo valora la gestión que está llevando a cabo Luis De Guindos como Ministro de Economía?

Considero que el ministro está ejecutando una gran labor en un período muy difícil, en el que hemos atravesado una crisis económica y financiera muy profunda. En particular, sus iniciativas del año 2012 fueron determinantes para afrontar y enderezar los problemas que arrastraba el sector financiero. Como resultado de estas y otras de sus iniciativas, así como la transformación del empresariado español hacia una economía exportadora, España ha dejado atrás la crisis y está entre los países que más crece de la eurozona.

¿Qué le parecen las medidas que ha tomado el Banco Central Europeo (BCE) para reactivar la economía española?

El BCE toma medidas que afectan a toda la eurozona, de las que por supuesto España participa y se beneficia. Entre estas medidas, el BCE ha propiciado una política de tipos en mínimos históricos. Esto nos ha obligado a las entidades financieras a redoblar esfuerzos para que no se hundieran nuestros ingresos típicos del negocio, es decir, el margen que obtenemos de conceder créditos a empresas y familias y de captar depósitos. Está siendo complicado, pero en Bankinter lo hemos logrado y nuestro margen de intereses crece a buen ritmo. Pero, pese a la dificultad, este banco ha sido de los pocos en el panorama español que no ha dejado de dar crédito a las empresas y a las familias españolas ni en los peores tiempos.

Bankinter tiene varias sucursales en Cataluña. ¿Cómo se ve en su entidad el proceso secesionista que se está desarrollando en esta comunidad autónoma?

Cataluña es una de las principales organizaciones territoriales del banco, donde tenemos casi medio centenar de oficinas y centros de atención para los diferentes segmentos de clientes. Es una organización que cuenta con un enorme recorrido y en donde queremos alcanzar cuotas de mercado similares a las que tenemos en otras zonas de mayor implantación. La dinámica política que acontece en Cataluña la seguimos con atención y preocupación. Quiero ser optimista al respecto. Creo que nuestra sociedad y el sistema político que estructura nuestro modelo de estado es lo suficientemente sólido, y nos ha proporcionado altas cotas de prosperidad económica y calidad de vida democrática, como para que, entre todos, actuemos de la manera más razonable y reencaminemos la situación hacia posiciones de entendimiento mutuo.

¿Qué opina de los casos de corrupción que se descubren? ¿Cómo piensa que habría que combatirla?

Los casos de corrupción que han salido a la luz son preocupantes, aunque lo verdaderamente preocupante es que se traslade a la ciudadanía la idea de que la corrupción es algo endémico y generalizado en determinados ámbitos, como el de la política o el de la empresa, lo cual no es en absoluto cierto, o peor aún: que existe impunidad para ese tipo de actuaciones, lo cual tampoco es cierto, aunque la lentitud de la Justicia pueda impulsarnos a tales conclusiones. Dicho lo cual, la mejor forma de combatir esa lacra es actuando doblemente: de arriba hacia abajo, predicando con el ejemplo aquellos que han de tener una actitud y unos principios impecables, y desde abajo hacia arriba, desde la formación, transmitiendo a las nuevas generaciones que determinadas prácticas corroen lo más profundo de nuestro sistema social.

El sector financiero español está dominado en su mayoría por ejecutivos varones, ¿cree que hay excesivo machismo?

Creo que es un mero reflejo de la sociedad, donde hasta ahora el protagonismo de la mujer en los ámbitos de decisión de la sociedad era casi testimonial. Pero eso está cambiando al mismo ritmo que cambia la sociedad. Y al igual que hoy son mayoría las mujeres en la universidad o en los niveles medios de cualquier empresa, en poco tiempo esa dinámica se irá trasladando al resto de niveles, hasta llegar al equilibrio, lo cual es positivo.

¿Quién ha sido para usted el banquero que ha cambiado la banca española?

Este es un país que ha contado con un sector financiero muy reputado en el que han ejercido y ejercen su labor excelentes profesionales y líderes. No quisiera destacar ningún nombre por encima de otro, pero lo que sí tengo claro es que el sector bancario en España ha estado siempre a la cabeza de los sectores económicos de nuestro país, tanto en cuestiones de eficiencia, como de rentabilidad, de innovación, de buena gestión y de incorporación de normas de buen gobierno corporativo. Es una pena que esa buena imagen de la que siempre había gozado nuestro sector se fuera al traste en los años de la crisis por la mala praxis de determinadas personas que estaban al frente de determinadas instituciones, mayoritariamente cajas; unas personas que, por cierto, eran en buena parte ajenas al sector.

Usted es un referente en el mundo de los negocios. A su entender, ¿qué cualidades configuran a un buen líder?

Las cualidades de todo buen líder son bien sencillas: ha de saber muy bien lo que quiere obtener, los logros que quiere alcanzar, y ha de saber comunicar esas metas con ilusión y determinación a todo su equipo. Lo que acabo de mencionar es posiblemente una obviedad, pero es algo que no por obvio se encuentra habitualmente en personas que por su responsabilidad han de ser líderes. Cuando digo que hay que saber lo que se quiere, hay también que saber definirlo muy bien y con mucha claridad; hay que contrastar su idoneidad y adecuación escuchando a personas cuyo criterio nos transmita confianza; hay que medir correctamente nuestras fuerzas, las propias y las de todo el equipo a nuestras órdenes.; hay que estar seguros de que esas metas que definimos están dentro de los patrones más exigentes de la ética. Y a la hora de comunicarlo, lo debemos hacer con plena convicción, estando seguros de que las metas que marcamos son las más correctas y son posibles; y debemos generar una gran ilusión en nuestra gente por conseguirlas.

¿Qué valora más a la hora de contratar a un colaborador cercano?

Soy una persona algo obsesionada con la armonía y el buen ambiente que se respire en los equipos. Odio las luchas internas, porque desestabilizan a la propia empresa y suponen una pérdida de tiempo y esfuerzo. Las energías hay que emplearlas para competir, innovar, captar clientes y negocio y fortalecer a la propia compañía. Es por ello que una de mis prioridades al buscar colaboradoras es anticipar los riesgos de que las energías se vayan a alimentar por luchas internas. Además, por supuesto valoro mucho la integridad, la honestidad, el esfuerzo, la humildad y el compromiso con el proyecto común.

¿Quién ha sido la persona que más ha influido en usted, y qué más ha admirado?

Siempre he tenido una gran admiración por mi padre, que además de ejercer una gran influencia en mí fue determinante en la elección de la carrera universitaria por la que me acabé decantando y que ha moldeado en gran medida la persona que hoy soy. Era, además, una persona de unas grandes cualidades, tanto desde el punto de vista profesional como, sobre todo, personal y humano. De él aprendí valores que me han acompañado a lo largo de toda la vida y que yo misma intento inculcar a mis hijos, como la humildad, el esfuerzo y el respeto por los demás.

¿Le gustaría que alguno de sus tres hijos siguiera sus pasos en el sector bancario o se dedicaran a la política como algunos miembros de su familia?

Me gustaría, sobre todo, que fueran felices y que encontraran su propio rumbo en la vida, tanto en lo personal como en lo profesional. Nuestro deber como padres es proporcionar a nuestros hijos los medios necesarios para su formación y desarrollo personal dentro de la sociedad en la que viven, y que sean conscientes de los compromisos que, como ciudadanos, adquieren con los demás. Los padres servimos casi siempre de ejemplo para los hijos. Poner lo mejor de ti en aquella actividad a la que te dedicas, y estar satisfecho con su resultado, es la mayor ambición profesional a la que una persona puede aspirar. Me gustaría que mis hijos pudieran sentir esa satisfacción, independientemente del sector o de la profesión a la que se dediquen.

Una mujer de éxito en la banca como usted, ¿qué consejos daría a los jóvenes que quieran dedicarse a las finanzas?

El consejo que le daría a cualquier joven que tenga ambición por ocupar puestos de liderazgo empresarial en un futuro, y esto es aplicable para el mundo de las finanzas y para cualquier ámbito empresarial, le diría en primer lugar, que se prepare a conciencia y no escatime esfuerzos en desarrollar sus competencias y tener una formación sólida. Sin una enorme auto-exigencia personal y mucho trabajo no se llega a ninguna parte. Pero la experiencia de estos años también me ha demostrado que es importante que se presenten oportunidades, y cuando éstas se presentan, saber aprovecharlas. Otro de los consejos es que no se recreen demasiado en aquello que sueñan para su futuro, y que más bien se centren en el presente y en el trabajo que en cada ocasión hayan de sacar adelante. Tener voluntad de llegar a algo me parece bastante legítimo, pero para que una persona alcance el liderazgo en cualquier ámbito no basta con que quiera. Hay que trabajar duro, ser humilde, servir a los demás… y, más adelante, es el reconocimiento que los demás hacen de tu trabajo el que te convierte en líder. Es fundamental la humildad. Ser un luchador cuando se está abajo y ser humilde cuando se está arriba. Y por último, hablaría de integridad. Ser un profesional íntegro y honesto en todo lo que haces y en cómo lo haces. Y esto es especialmente importante en un sector como el financiero, donde se trabaja con la confianza que en ti y en tu entidad depositan los clientes. Defraudar esa confianza es lo peor que le puede pasar a un profesional de este sector.

En su familia hay algunos miembros que se han dedicado a la política. Sin embargo, a usted nunca le ha tentado entrar en política, ¿por qué?

No hay ninguna razón especial. O por lo menos no hay una razón que pese más sobre otras. Simplemente, me gusta más trabajar en la empresa privada. En ella encuentro mayor margen de maniobra para actuar, mayor capacidad para innovar, para cambiar cosas o para crearlas de la nada; y también mayor capacidad para generar valor en nuestro entorno económico y crear empleo.

¿Cuál ha sido el momento más duro que ha pasado en su vida?

Todos hemos pasado momentos duros a lo largo de nuestra vida. Lo importante no es tanto lo duro o complicado de ese momento sino cómo has sido capaz de sobreponerte a él.

¿Cómo se definiría como mujer?

Me definiría como una mujer de mi tiempo. Una mujer que ha tenido la oportunidad de estudiar lo que quiere y de poder dedicarse a una actividad que le gusta y en donde se siente realizada, de lo que me siento muy afortunada, pues otras mujeres u otras generaciones de mujeres no tuvieron esa misma oportunidad. Pero, paralelamente, soy también una mujer que no ha querido relegar su papel de madre, de formar una familia y compaginar esa atención que requieren unos hijos con las exigencias propias de un puesto de responsabilidad en una empresa. Y de ello me siento también muy orgullosa. Compaginar ambos roles requiere bastante esfuerzo, máxime en una sociedad que tiene todavía que dar muchos pasos para facilitar la conciliación.

¿Cómo es un día suyo de trabajo, desde que se levanta hasta que se va a dormir?

Suelo ir pronto al banco, que lo tengo bastante cerca de casa. Tras un breve repaso a la prensa del día, sobre todo a las noticias que afectan al banco y al sector financiero, paso a intentar cumplir la agenda prevista para el día de la forma más disciplinada y eficiente posible. No me gusta perder el tiempo en reuniones interminables, pero tampoco me gusta despachar los asuntos con ligereza sin atender con dedicación a las personas con las me reúno, ya sean del banco o ajenas a él, o a las cuestiones que me plantean. Me considero una persona perfeccionista, que le gusta atender a todos los detalles, por lo que cualquier asunto al que me enfrento, desde una ponencia externa a una reunión con empleados, me gusta prepararlas bien y con anticipación.