El consejero delegado de BBVA, Onur Genç, ha criticado este martes de nuevo el impuesto extraordinario a la banca, especialmente en lo referente a que instaura una idea de que las normas son cambiantes, lo que tendría efectos sobre la inversión.
El impuesto «crea está noción de que las reglas no hacen más que cambiar», ha indicado el ejecutivo durante una rueda de prensa celebrada este martes con motivo de la publicación de sus resultados trimestrales.
«España necesita inversiones. ¿Quién va a invertir en un entorno en el que cambian las normas?», se ha preguntado el primer ejecutivo de BBVA tras ser preguntado por el impacto del impuesto en la banca
Asimismo, ha insistido en que el gravamen «es malo para España», independientemente de los bancos y del propio BBVA. «Cuando tenemos más capital, extendemos más créditos a la sociedad, financiamos a más empresas, financiamos más inversiones», ha indicado.
De esta forma, Genç ha indicado que reducir el capital del banco provocará menos crédito, menos inversiones en la sociedad y menos inversiones en España, que es lo que el país «necesita ahora», en su opinión.
El ejecutivo ha puesto como ejemplo que cada euro de capital del que dispongan puede ser empleado para dar entre 10 y 20 euros de crédito, por lo que tiene un efecto multiplicador
BBVA contabilizó un cargo de 215 millones de euros en concepto del impuesto extraordinario a la banca en el primer trimestre del año. A pesar de ello, entre enero y septiembre, la entidad obtuvo un beneficio neto de 5.961 millones de euros, un 24,3% más que en el mismo periodo de 2022.