Petrobras ha negado la existencia de un acuerdo con la petrolera estatal boliviana YPFB para instalar una planta de fertilizantes en Bolivia, un día después de que la empresa andina señalase que ambas compañías estaban trabajando en una inversión de 2.500 millones de dólares (2.374 millones de euros) para dicha fábrica de urea y amoníaco.
A través de un comunicado publicado este jueves, la petrolera brasileña ha confirmado que una misión de directivos estuvo en Bolivia, donde se reunión con representantes de YPFB. Sin embargo, pese a que conocieron de primera mano las oportunidades de una posible colaboración, no se llegó a ninguna conclusión.
«Cualquier decisión de inversión debe, dentro de la gobernanza establecida en Petrobras, pasar por los procesos de planificación y aprobación previstos en los sistemas aplicables, con su viabilidad técnica y económica demostrada», ha sostenido la compañía.
Petrobras ha mostrado interés en aumentar las inversiones en los países vecinos, Venezuela y Bolivia, en una operación que tiene «sentido geopolítico» debido a su vasto potencial de petróleo y gas, según ha señalado en varias ocasiones el presidente de la compañía, Jean Paul Prates.
En esta tarea, Petrobras se reunió la semana pasada con el Ministerio de Hidrocarburos y Energías de Bolivia para discutir el suministro de gas natural, energías renovables, fertilizantes, litio e inversiones en exploración y producción de petróleo y gas en el país.
Además, sobre Venezuela, el presidente ha defendido que la compañía está «seriamente» comprometida con la flexibilización de las sanciones a Venezuela, ya que le lleva a pensar en invertir en la nación rica en petróleo, que necesitará fondos para reconstruir su deteriorada industria.