El sindicato CCOO ha ligado la negociación del plan de salidas incentivadas que está ultimando Telefónica y que se prevé que afectará a un máximo de 5.000 trabajadores con la del nuevo convenio colectivo, el cual finaliza el próximo 31 de diciembre, según ha destacado la organización en un comunicado.
«Si se plantea una adecuación de plantilla (…) debería ir acompasada con la negociación colectiva para garantizar las condiciones laborales y económicas de las personas trabajadoras que continuasen en activo por el máximo tiempo posible», ha subrayado el sindicato.
Asimismo, pide a la empresa que garantice a todos los trabajadores que se adhieran al plan de salidas incentivadas «las mejores condiciones posibles» y que se enlacen estas bajas con la jubilación.
«CCOO cree necesario que Telefónica sea clara con su plantilla y le informe de sus intenciones. El convenio colectivo en vigor está próximo a su fin (termina el 31 de diciembre) y si, como algún medio de comunicación ha sugerido, la empresa está dispuesta a plantear una adecuación de plantilla antes de final de año, el tiempo se echa encima y se debe abrir un proceso de negociación ya», ha añadido.
AJUSTE EN EL ÁREA CORPORATIVA
Telefónica planteará a los sindicatos «en los próximos días» un plan de salidas incentivadas que afectará a un máximo de 5.000 trabajadores y que se enmarcará en el plan estratégico 2023-2026 que la compañía presentará el próximo 8 de noviembre en el marco del ‘Día del Inversor’, según informaron a Europa Press fuentes conocedoras de la situación.
Los 5.000 empleados serían el máximo de personas afectadas por el plan de salidas incentivadas, que se repartirían en el periodo de duración del nuevo plan estratégico, si bien los cálculos sobre el número de trabajadores que se acogerían finalmente al plan se estima que se situará entre 2.500 y 3.000, una cifra similar a la de 2021, la última vez que se llevó a cabo una medida de este calibre.
Si bien el nuevo plan de salidas incentivadas todavía no se ha presentado a los sindicatos, lo cual se hará antes del 8 de noviembre, la medida no figurará como tal en el ‘Día del Inversor’, aunque sí que estará ligada a las cifras de ajustes de costes que se presentarán.
En ese sentido, las fuentes consultadas apuntan que la operadora provisionará más de 1.000 millones de euros para encajar este plan de salidas incentivadas, una cifra a la que se sumarían en torno a 200 millones de euros vinculados a un plan de bajas voluntarias para el área de corporativo, es decir, empleados del entorno del equipo del presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, y también de directivos de filiales, entre otros.
El plan de ajuste del área corporativa, que incluiría a directivos, gerentes y gestores, tiene carácter discrecional y podría afectar a un mínimo de unas 300 personas, según las mismas fuentes, y busca adelgazar un sobredimensionado equipo directivo.
En este contexto, desde los sindicatos apuntan que las negociaciones del plan deberían transcurrir de forma tranquila, dado que a la compañía, que el próximo abril cumplirá 100 años, «no le interesa generar ruido» en el marco de su centenario.
Es decir, la compañía no quiere que reivindicaciones laborales o sindicales empañen la celebración de sus 100 años de historia, que tendrá lugar el próximo 19 de abril, el mismo día que la operadora clausurará su red de cobre.
De hecho, algunas de las negociaciones entre los sindicatos y la compañía que están encima de la mesa en estos momentos tienen que ver con el cierre de más de 100 centros de «baja ocupación» y también con la reorganización de su servicio de atención al cliente, cuya pieza central es el teléfono 1004.
Sobre este último asunto se ha planteado que los casi 300 empleados ligados a este departamento, encuadrado en el área de B2C (relación con clientes), pasarán al de B2B, encargado de atender las solicitudes de pymes.
Otro elemento que apuntan los sindicatos en este contexto es la entrada del grupo saudí STC en Telefónica con un 9,9% del capital social de la empresa, una operación que se hizo pública el pasado 5 de septiembre y que para completarse todavía tiene que recibir el beneplácito del Gobierno.
Si bien STC todavía no ha trasladado al Ejecutivo sus intenciones en la compañía, los sindicatos tampoco conocen los planes del grupo saudí y cómo puede afectar al diálogo social entre la empresa y la representación de los trabajadores, por lo que muestran cierto recelo.