Economía

La confianza de los empresarios alemanes mejora por primera vez desde mayo

La confianza de los empresarios alemanes ha registrado en octubre su primer repunte mensual desde el pasado mes de mayo, según refleja el índice elaborado por el Instituto de Investigación Económica de Múnich (Ifo), que se ha situado en 86,9 puntos desde los 85,8 del mes pasado, cuando había registrado su peor lectura desde 2022.

En concreto, los empresarios germanos valoran de manera más positiva la presente coyuntura, cuyo subíndice ha subido hasta los 89,2 puntos desde los 88,7 de septiembre, su primer repunte desde marzo.

Asimismo, en cuanto a las expectativas, los empresarios también se muestran más optimistas, con una lectura del dato de 84,7 enteros, frente a los 83,1 del mes anterior.

«Las empresas están algo más satisfechas con su negocio actual.
Además, los directivos se mostraron menos pesimistas en su visión de los próximos meses», ha declarado Clemens Fuest, presidente del Ifo, para quien «la economía alemana puede ver un lado positivo en el futuro».

El mayor optimismo empresarial contrasta con las últimas proyecciones del Bundesbank, el banco central de Alemania, que asume que la economía del país, que dejó atrás por la mínima la recesión en el segundo trimestre, «probablemente» volvió a contraerse entre julio y septiembre ante el debilitamiento de la demanda exterior, del consumo doméstico y de la inversión por el impacto del encarecimiento de los costes de financiación.

«Es probable que el producto interior bruto (PIB) real se haya contraído algo en el tercer trimestre de 2023», vaticinaba el banco central alemán, atribuyendo la caída de la actividad a la debilidad de la demanda extranjera de productos industriales, así como al impacto del aumento de los costes de financiación, que ralentizó las inversiones y deprimió la demanda interna, especialmente en la construcción, pero también en la industria.

Alemania emergió de la recesión en el segundo trimestre de 2023, cuando su actividad se estancó, después de dos trimestres consecutivos en negativo tras los retrocesos del PIB registrados en el último trimestre de 2022 (-0,4%) y en el primer trimestre de este año (-0,1%).

De este modo, de cumplirse los pronósticos del Bundesbank, la economía germana se habría contraído en tres de los últimos cuatro trimestres y estancado en uno.