SpaceX, el productor privado de cohetes dirigido por el multimillonario Elon Musk, ha llegado a un acuerdo con la Agencia Espacial Europea para poner en órbita cuatro satélites de navegación y comunicaciones, informa el Wall Street Journal, siendo esta la primera vez que la Unión Europea (UE) se asocia con la empresa liderada por Musk en un satélite que contiene información clasificada.
La compañía lanzará cuatro de los satélites Galileo de la UE desde Estados Unidos el año que viene en dos tandas, utilizando el cohete Falcon 9 de la empresa, según declaró al Journal Javier Benedicto, director de Navegación de la Agencia Espacial Europea.
Los satélites permiten las comunicaciones cifradas entre los gobiernos europeos y gestionan el sistema de navegación por satélite del bloque.
Será la primera vez en quince años que los satélites Galileo se pongan en órbita desde fuera de la UE, y, según el medio de comunicación, funcionarios de la UE y de EE UU están colaborando en el manejo de información clasificada.
Inicialmente, los funcionarios europeos se opusieron a utilizar SpaceX para los lanzamientos de Galileo, recoge el Journal, por considerar que el bloque «no debería depender de una empresa estadounidense, que lacen desde EE UU, para llevar infraestructuras críticas al espacio».
En el cambio de opinión influyeron varios factores, entre ellos que los operadores europeos cortaran lazos con cohetes rusos en medio de la guerra en Ucrania y problemas técnicos con varios otros cohetes europeos, según el Journal.
Diez satélites para lanzar
«Es una cuestión de solidez», declaró Benedicto al Journal, señalando que los satélites Galileo en el espacio ahora mismo no corren el riesgo de sufrir fallos a corto plazo. «Tenemos diez satélites que están listos para ser lanzados, y esos satélites deberían estar en el espacio, no en tierra». Benedicto añadió que, sin embargo, la agencia espacial no cree que vaya a utilizar a SpaceX para futuros lanzamientos de Galileo más allá de los cuatro de este acuerdo.
SpaceX aún no ha respondido a una solicitud de comentarios, y un portavoz de la Agencia Espacial Europea dijo al medio de comunicación que la agencia está «tomando todas las medidas necesarias para garantizar que la constelación Galileo siga proporcionando servicios excepcionales en los próximos meses y años».
El acuerdo con SpaceX aún deberá ser aprobado por la Comisión Europea, órgano ejecutivo de la UE, y por sus Estados miembros, algo que, según funcionarios citados por el Journal, ocurrirá a finales de año.
UE vs X
El acuerdo con SpaceX se produce en un momento en que la UE mantiene un enfrentamiento con X, otra de las empresas de Musk.
El bloque anunció el 13 de octubre que había iniciado una investigación sobre la empresa de medios sociales, antes conocida como Twitter, por su preocupación sobre cómo ha manejado la desinformación y el contenido violento en torno a la guerra en Israel desde que Hamás lanzó un ataque a principios de octubre.
Asimismo, teme que X esté infringiendo la Ley de Servicios Digitales de la UE, lo que podría acarrear graves sanciones, como multas de hasta el 6% de la facturación global de la empresa o incluso la suspensión de X.
En este sentido, Insider informó la semana pasada de que Musk ha discutido la posibilidad de bloquear X en Europa como consecuencia de la normativa de la UE.
Por encima de Blue Origin y Virgin Galactic
SpaceX, fundada por Musk en 2002, se ha convertido hasta ahora en el mayor actor de la multimillonaria carrera espacial, imponiéndose a sus competidores Blue Origin, de Jeff Bezos, y Virgin Galactic, de Richard Branson.
Aunque las misiones espaciales tripuladas de la compañía fundada por Musk se han enfrentado a problemas de mayor envergadura, como su cohete Starship –que aspira a transportar algún día astronautas a la Luna–, ahora bajo revisión federal tras explotar durante un lanzamiento de prueba en abril, SpaceX ha tenido más suerte poniendo satélites en órbita.
La compañía ha lanzado cohetes que contienen satélites casi todas las semanas desde 2019, informó el New York Times en julio, en gran parte gracias a Starlink, la rama de Internet por satélite de SpaceX que consiste en satélites que operan en «órbita terrestre baja» y que ahora proporciona servicios de Internet en más de cincuenta países.
En este sentido, los satélites de la empresa representan más del 50% de todos los satélites activos en órbita, según el Times. Gracias a ello, SpaceX y Starlink han colaborado con varios gobiernos, entre los que encuentra el Ministerio de Defensa, y han brindado cobertura de internet en Ucrania desde que comenzó su guerra con Rusia.
No obstante, el Times señala que otros gobiernos se han mostrado recelosos a la hora de trabajar con la empresa debido a las preocupaciones que suscita Musk, como sus vínculos comerciales con China y el hecho de estar «en deuda con sus caprichos y deseos», como demuestra el hecho de que el multimillonario restringiera el acceso a Starlink en Ucrania (algo que él niega).
El patrimonio de Musk a fecha de este lunes, 23 de octubre, asciende a 225.200 millones de dólares, según el rastreador en tiempo real de Forbes, lo que le convierte en la persona más rica del mundo. La publicación valora SpaceX en casi 150.000 millones de dólares.