El rendimiento exigido en el mercado secundario por los inversores a los bonos italianos con vencimiento a diez años escalaba este jueves por primera vez desde 2012 por encima de la barrera del 5% ante la presión al alza para la renta fija de las subidas de los tipos de interés y, en el caso particular del país transalpino, la situación presupuestaria y la inminente ronda de actualización de su rating soberano por las agencias.
En concreto, el interés de la deuda italiana a diez años llegaba a subir hasta el 5,035%, superando por primera vez el umbral del 5% desde octubre de 2012, aunque con posterioridad cotizaba ligeramente por debajo de dicha cota psicológica.
De este modo, la prima de riesgo ofrecida a los inversores por los bonos italianos en relación al ‘bund’ se consolidaba por encima de los 200 puntos básicos, toda vez que el interés de la deuda alemana a diez años se mantenía ligeramente por debajo del 3%.
A principios de semana, el Gobierno de Italia, liderado por la primera ministra, Georgia Meloni, anunciaba la aprobación del proyecto presupuestario para el próximo ejercicio, incluyendo un paquete de rebajas fiscales y de medidas de gasto por importe de unos 24.000 millones de euros.
«Es un presupuesto que considero muy serio, muy realista, que no desperdicia recursos, sino que los centra en algunas prioridades importantes», defendía Meloni, a pesar de la creciente preocupación por la consolidación fiscal en el Viejo Continente ante las subidas de tipos del Banco Central Europeo (BCE).
Según las últimas previsiones del Gobierno italiano, el déficit presupuestario aumentará en el próximo ejercicio hasta el 4,3% del PIB.
En este contexto, Italia afrontará la última evaluación de su rating soberano por parte de las principales agencias de calificación, puesto que S&P Global actualizará su valoración este viernes y dentro de una semana será el turno de DBRS, mientras que Fitch actualizará su postura el 10 de noviembre y Moody’s, que mantiene la deuda transalpina al borde del bono basura y perspectiva negativa, lo hará el 17 de noviembre.
Por otro lado, otro factor que mantiene la presión sobre la deuda periférica de Europa sigue siendo el alza de los bonos del Tesoro de Estados Unidos ante la perspectiva de que la Reserva Federal vuelva a subir los tipos de interés y mantenga las tasas elevadas durante un periodo más prolongado de lo esperado dada la resiliencia demostrada por el momento por la mayor economía mundial
De este modo, el interés del bono de EE.UU. a diez años escalaba este jueves al 4,987%, en máximos desde julio de 2007, antes del estallido de la gran crisis financiera, a la espera de conocer las palabras de Jerome Powell, presidente del banco central estadounidense, que interviene esta tarde en un acto en Nueva York.
El temor de los inversores a más subidas del precio del dinero y a un periodo prolongado de tipos de interés elevados se ha incrementado, después de que las ventas minoristas en Estados Unidos aumentasen un 0,7% en septiembre respecto al mes anterior, apenas una décima menos del alza de agosto, cumpliendo seis meses seguidos de expansión y superando las expectativas del mercado.
Asimismo, la semana pasada la Oficina de Estadísticas Laborales del Departamento de Trabajo de EE.UU. informó de que la tasa de inflación interanual repitió en septiembre el mismo alza de agosto, del 3,7%, cuando el consenso del mercado anticipaba un ligero alivio de la subida de los precios.
De su lado, el Departamento de Trabajo ha informado este jueves de que las peticiones iniciales de subsidio por desempleo en Estados Unidos la semana pasada alcanzaron un total de 198.000 solicitudes, un descenso de 13.000 demandas respecto de la semana anterior y la cifra más baja en nueve meses, lo que atestigua la fortaleza que sigue mostrando el mercado laboral.