El presidente de Argentina, Alberto Fernández, ha confirmado este miércoles que el Gobierno ha logrado ampliar el acuerdo con China mediante el cual pagará las importaciones procedentes del gigante asiático en yuanes, en el marco de la estrategia para reducir la salida de dólares y la caída de las reservas internacionales, por un importe total de 6.500 millones de dólares (unos 6.150 millones de euros).
La ampliación se ha concedido durante la visita de Fernández a China, que se ha cerrado con un encuentro bilateral con el presidente de China, Xi Jinping, en el que se ha acordado esta «importante» ayuda que atiende a la petición de Argentina.
«Esto es un gran alivio ya que se trata de reservas internacionales que ingresarán a Argentina. Supone garantizar que la producción industrial no se detenga, que la economía se reponga más rápido, que se creen más puestos de trabajo. Yo estoy muy contento», ha afirmado el mandatario argentino en declaraciones radiofónicas.
La relación con China es para Argentina muy importante porque el país aparece «en los malos momentos» y su Gobierno es «muy generoso» al atender las necesidades de la economía argentina.
Este acuerdo permite dar «tranquilidad» hasta el cierre del año, según ha resaltado el presidente, en un momento en el que se desconoce quién será su sucesor (con la celebración de la primera vuelta de las elecciones este domingo) y un contexto económico marcado por la elevada inflación y la fuga de reservas internacionales.
Estos 6.500 millones de dólares van a tener la misma característica que el tramo anterior, es decir, van a ser de libre disponibilidad y se van a poder utilizar también para intervenir desde el Banco Central de Argentina en el mercado.
El viaje de Fernández a China ha tenido lugar en medio de los intentos del Gobierno argentino por contener una venta masiva del peso que es parte de un círculo vicioso en la crisis inflacionaria de Argentina, con los precios que subieron un 138,3% interanual hasta septiembre en medio de una grave escasez de dólares.
Para China, el pago de los intercambios comerciales con otros países en yuanes es una oportunidad de seguir ampliando el uso global de su moneda, en detrimento del dólar estadounidense. El Banco Popular de China ha firmado este tipo acuerdos de divisas con unos 40 países desde 2008 para promover el uso internacional del yuan.