Abertis se ha adjudicado una concesión en Puerto Rico para llevar a cabo la rehabilitación, operación y mantenimiento de cuatro nuevas autopistas de peaje durante los próximos 40 años por 2.850 millones de dólares (2.700 millones de euros).
La compañía ha informado en un comunicado que estas nuevas concesiones serán operadas aprovechando las eficiencias operacionales de Metropistas, filial de Abertis en Puerto Rico y accionista mayoritario de la misma.
Con esta nueva adjudicación, Abertis gestionará las autopistas PR-52, PR-66, PR-20 y la PR-53, que se sumarán a las que ya gestionaba anteriormente en Puerto Rico, como la PR-22, la PR-5 y el Puente Teodoro Moscoso.
Los accionistas de Abertis, ACS y Mundys (anteriormente Atlantia), aportarán 1.300 millones de euros para apoyar la financiación de esta operación, así como la reciente adquisición de la autopista SH-288 en Houston (Texas) por 1.532 millones de dólares (1.450 millones de euros). No obstante, también se financiará con nueva deuda bancaria y con la caja disponible en la compañía.
El cierre de la operación se producirá antes de que finalice el año, momento a partir del cual empezará a operar la concesión siguiendo los estándares en materia de operaciones, seguridad, calidad y sostenibilidad de Metropistas, basados en su experiencia en el país en los últimos 12 años.
«Con esta operación, Abertis cumple con la estrategia de crecimiento y reemplazo de ‘cash flows’, y demuestra una vez más la flexibilidad financiera y la calidad de gestión de sus activos de forma eficiente y sostenible, así como su capacidad para seguir ampliando la vida media concesional de sus activos», ha defendido la empresa.
Asimismo, esta transacción incrementa la exposición de Abertis al mercado americano, en línea con su estrategia a largo plazo de mantener una cartera equilibrada, con una ‘mix’ de divisas como el dólar, invirtiendo en países con un marco jurídico estable y manteniendo su actual calificación crediticia.
NUEVOS ACTIVOS
Las autopistas PR-52, PR-66 y PR-20 son carreteras estratégicas que conectan con el área metropolitana de San Juan, mientras que la PR-53 se ubica en las partes sur y este de la Isla. Todos estos activos, que representan más del 60% del tráfico con peaje de la isla, proporcionan conexiones importantes entre grandes áreas de población.
Estas vías serán, además, gestionadas a través de un sistema ‘Free Flow’ o de peaje sin barreras, que permite mejorar la seguridad, aumentar la capacidad, optimizar el nivel de servicio de las vías y reducir las emisiones de gases contaminantes de los usuarios, al no tener que parar para pagar.
En el caso de la PR-52, incluye unas vías tipo ‘managed lanes’, cuya operación garantiza el flujo de tráfico mediante un sistema de peaje dinámico que ajusta las tarifas según las condiciones del tráfico en tiempo real.
El sistema también utiliza tecnología de vídeo para identificar colisiones e incluye un sistema de comunicación con los conductores a través de señales electrónicas. El perfil de usuarios de esta autopista corresponde en su mayor parte a vehículos ligeros que se desplazan a diario por motivos laborales.
Las nuevas autopistas incrementaron su tráfico un 8% en el primer semestre de 2023 frente al mismo periodo de 2022, y obtuvieron unos ingresos de 153 millones de dólares (155 millones de euros) en 2022.