Economía

Díaz avisa de que hay puestos de trabajo que, «por mucha IA que se tenga», no son sustituibles

La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social en funciones, Yolanda Díaz, ha advertido este martes de que hay puestos de trabajo que no son sustituibles, por «mucha Inteligencia Artificial (IA)» que haya.

Durante su intervención en el foro ‘Metafuturo’, organizado por el grupo Atresmedia, la vicepresidenta ha afirmado que la incertidumbre que existe en relación a la tecnología «está causando cierto desasosiego en las empresas y también en el mundo del trabajo».

Por ello, ha defendido que la misión de las Administraciones Públicas es dar «cierta tranquilidad y opacar estos temores» que, «en una parte, son reales».

La titular de Trabajo ha destacado que en 2008 el trabajo vinculado a la tecnología y a la IA en España era del 3,6%, porcentaje que hoy ya ha escalado hasta el 6,3%, «muy cerca de las medias europeas de trabajadores con algoritmos».

Díaz ha apostado por llevar a cabo una «estrategia de país» para que la destrucción de empleo asociada a la revolución tecnológica se concentre en puestos de trabajo «que no generan mucho valor añadido, que no son sostenibles, que no son ecológicos y que además son ineficientes en términos económicos».

«Se trata de que tengamos un efecto sustitución y que sean que alternados con otros que generan mayor valor añadido, mucha más productividad y desde luego bienestar en el mundo de las empresas».

«¿Es esto posible? Claro que lo es, pero para eso tenemos que diseñar una estrategia en la que la clave es la formación de todas esas personas que van a salir de unos puestos de trabajo hacia otros, sabiendo muy bien que hay puestos de trabajo que, por mucha Inteligencia Artificial que tengamos, no son sustituibles», ha afirmado.

La vicepresidenta ha subrayado que el trabajo del futuro no puede venir acompañado «de las esclavitudes del pasado», sino de derechos humanos y laborales.

Díaz ha indicado que la IA afectará a todos los trabajadores y las empresas y que, en ese sentido, ha recordado que ahora mismo en Europa se está discutiendo un reglamento sobre la Inteligencia Artificial.

«Sería muy bueno que la Unión Europea disponga de no sólo un debate, que lo está teniendo, sino de una posición propia porque su modelo es muy diferente al que tiene Estados Unidos, que opta por la no regulación. La clave aquí, el debate que tenemos hoy en Europa, es que tenemos que regular el uso general de la IA ante los enormes abusos que pueden proferir grandísimas multinacionales», ha remarcado.

«TODOS LOS ELEMENTOS DE VERIFICACIÓN Y CONTROL HAN DE SER HUMANOS»

En su opinión, dicha regulación pasa por establecer la no utilización en remoto de elementos biométricos de control salvo para cuestiones vinculadas al terrorismo, así como garantizar que todos los elementos de verificación y de control sean humanos.

Díaz ha asegurado que España y Europa se juegan elegir «entre una sociedad tecnológica-feudalista, en la que unos muy poquitos controlan el poder económico a sabiendas de la vulneración flagrante de los derechos, o una salida democrática con una regulación mínima en el plano laboral».

«ChatGPT tiene subcontratado con personal en Kenia a trabajadores a los que les paga a razón de dos euros la hora. Esto está pasando en el mundo y lo que no hay que hacer es esto», ha dicho la vicepresidenta, que ha advertido de que otro de los riesgos es que se privaticen todos los datos.

En este sentido, ha hecho hincapié en que hay datos que son «estratégicos» y que no pueden ser objeto de privatización. Por ello, ha abogado por tener infraestructuras públicas de datos, que ahora mismo no existen, ni siquiera en los ministerios.

Al mismo tiempo, ha apostado por poner en marcha «un gestor de trabajadores algorítmicos», pues aunque hay muchos trabajadores en España que desempeñan su labor en plataformas digitales, «no se hace una correcta gestión pública de los mismos».

La vicepresidenta ha insistido en que en el diseño de las fórmulas matemáticas y de la digitalización «tienen que estar los sindicatos», pues es su diseño el que establece «cuánto tiene que trabajar un empleado, a qué ritmo, cuándo debe descansar y eso debe estar consensuado con la participación de ambas partes de la empresa».

También ha defendido la necesidad de poner en marcha auditorías sobre los algoritmos para eliminar posibles sesgos, por ejemplo, de género, y de utilizar la IA «para algo que se ansía mucho desde Espartaco hasta hoy: trabajar menos, trabajar mejor y aumentar la productividad».

Durante su intervención, Díaz ha anunciado que su Ministerio lleva «muchos meses» trabajando con el Gobierno de Estados Unidos en una declaración que firmarán próximamente para el uso de los algoritmos en el mundo del trabajo.

«Va ser un mensaje muy fuerte tanto al mundo de las empresas como al mundo del trabajo, con la claridad de dar sosiego, de que no tenemos por qué sufrir y de que se puede desplegar toda la IA», ha concluido.