Economía

Francia y Alemania condicionan la negociación sobre reglas fiscales que Calviño quiere aterrizar en noviembre

Francia y Alemania y la posibilidad de un acuerdo bilateral entre ambos que desbloquee su choque condicionan la negociación a Veintisiete sobre las nuevas reglas fiscales de la Unión Europea que la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos en funciones, Nadia Calviño, quiere aterrizar en noviembre con la presentación ya de un texto legislativo en la próxima reunión de ministros del ramo.

A su llegada al Ecofin de este martes, el ministro de Economía francés, Bruno Le Maire, ha propuesto continuar avanzando «de la mano» con Alemania para cerrar un acuerdo bilateral que pueda servir de base al pacto global de los Veintisiete porque, según ha incidido, «todo el mundo sabe que las nuevas reglas pasan por un acuerdo francoalemán».

Le Maire ha apremiado también a sus colegas a llegar a un acuerdo «rápidamente» porque considera que está en juego la «credibilidad» de la UE con los primeros «avances concretos» en la reunión del próximo 9 de noviembre y la conclusión de un pacto para finales de 2023.

En la misma línea, su homólogo alemán, Christian Lindner, ha apuntado que «las iniciativas francoalemanas suelen ser aceptables para muchos Estados miembro». «Combinamos los mismos valores y el mismo compromiso por la unidad europea con diferentes perspectivas sobre los detalles», ha señalado, aunque ha evitado compartir detalles sobre los trabajos en común de ambas capitales.

Sin embargo, sí ha sido más concreto a la hora de perfilar su propuesta, ya que mientras que el francés propone centrarse en la sostenibilidad de la deuda teniendo en cuenta las diferentes situaciones de los países como «punto de partida», Lindner cree que «no es creíble que se reduzcan los niveles de deuda sin un déficit anual sostenible».

Su sugerencia pasa por un margen de seguridad para el déficit anual respecto a la referencia del 3% respecto al PIB. «Tenemos que encontrar la manera de combinar este punto de referencia para el déficit y la salvaguardia para el desarrollo de la deuda pública y cómo combinarlos de una manera en la que todos estemos de acuerdo», ha indicado el ministro alemán, sobre el que considera uno de los aspectos de las reglas fiscales que requiere un trabajo «mucho más técnico».

Por su lado, Calviño ha asegurado que «apoya y alienta» todos los intercambios que puedan aportar un «enfoque constructivo», preguntada por un posible acuerdo bilateral entre París y Berlín que ponga fin al choque de posiciones y permita a los Veintisiete llegar a un acuerdo antes de que acabe el año, tal como se han propuesto.

Fuentes diplomáticas han añadido que no temen «perder el control» de la negociación al ceder las riendas del debate a Le Maire y Lindner, ya que la presidencia española del Consejo mantiene un contacto «constante y continuo» con ambos países tanto de forma bilateral como en otro tipo de formaciones «más o menos ampliadas».

El calendario que maneja ahora la presidencia retrasa a noviembre –aunque estaba inicialmente previsto para la actual reunión de octubre– su objetivo de iniciar la negociación ya sobre el texto legislativo en el próximo Ecofin.

«Estamos firmemente decididos a llegar a un acuerdo antes de que acabe de año, un mensaje ampliamente compartido por todos los ministros en la mesa», ha zanjado Calviño, que ha asegurado que los trabajos se «intensificarán» con el fin de «tender puentes y encontrar las condiciones necesarias para el acuerdo».

En líneas similares se ha expresado también el vicepresidente económico de la Comisión, Valdis Dombrovskis, que ha afirmado estar escuchando «atentamente el debate» y estar «abierto» a discutir opciones como la de excluir ciertas categorías de gasto del cálculo de déficit, como los relativos a Defensa o transición ecológica, que han reclamado países como Italia, aunque considera que «no hay casi consenso sobre la llamada regla de oro».