El director general de Competencia de la Unión Europea, Olivier Guersent, ha augurado que la aproximación de la Unión Europea en las políticas de competencia cambiará hacia «una integración incluso mayor» y ha pedido disciplina a los estados miembros.
«Si eres un estado miembro que has hecho un trabajo pésimo, y normalmente hay más de uno, desafortunadamente, y los proyectos están mal hechos, esto ralentizará a todos», ha avisado este martes en Barcelona durante su intervención en las jornadas de la CNMC del Día Europeo de la Competencia.
Guersent ha instado a los reguladores a estar «muy unidos» ante la capacidad de incidencia global de las empresas por la digitalización, algo que ha augurado que aumentará.
En esta línea, ha abogado por mantener «lazos fuertes con la gente que está haciendo cumplir el marco regulatorio simétrico» y estar en contacto permanente con las autoridades antimonopolísticas.
Ha defendido que la normativa en materia de competencia sea «clara, simple y adaptable» para responder ante situaciones diversas, mientras que ha alertado que «las normas complejas benefician a las grandes empresas porque tienen los mecanismos para contratar hordas de abogados, economistas y lobbistas».
TENDENCIAS GLOBALES
Asimismo, también ha señalado tendencias globales que, según él, las autoridades en competencia deben incorporar en su análisis, como la huella de carbono: «El reto es ser dinámicos, adaptables y a la vez predecibles».
Más allá del continente europeo, ha subrayado que cooperan con los Estados Unidos y que «es más importante de lo que era hace veinte años».
«ECHAR UNA MANO»
El director general ha considerado que las administraciones europeas probablemente han «sido demasiado complacientes» con las relaciones de dependencia y ha abogado por utilizar dinero público para «taponar las deficiencias del mercado con dinero público».
«Las manufacturas de chips no se relocalizarán de forma natural en Europa, así que debemos echarle una mano», ha ejemplificado.