El actor estadounidense Brad Pitt es conocido por sus numerosos papeles en el mundo del cine que le han reportado beneficios millonarios. Gracias a ellos, ha podido adquirir diferentes propiedades en Estados Unidos y en otros países. Lo que es menos conocida es la historia que ha desvelado la revista ‘People‘.
En 1994, Brad Pitt compró una mansión de más de 7.600 metros cuadrados en Los Ángeles a Cassandra Peterson, la actriz de la famosa película de los noventa, Elvira. Le costó 1,7 millones de dólares.
Pero el actor no se quedó satisfecho solo con esa propiedad y adquirió una veintena de viviendas conjuntas. Una de ellas pertenecía a John, un anciano de cerca de 90 años.
En una entrevista a Cassandra Peterson para People, la actriz desveló que Pitt hizo un trato con el señor mayor que era propietario de esa casa. El protagonista de Troya compró la casa del nonagenario pero le permitió vivir sin tener que pagar el alquiler hasta su fallecimiento.
Peterson rememora en la entrevista cómo fue vivir con Brad Pitt de vecino y describe al actor en esta historia como «muy amable» con John, que se había quedado viuda tras la muerte de su esposa.
Lo que sorprendió a propios y extraños es que John vivió algo más de lo que podía esperarse. El hombre al que Brad Pitt adquirió la propiedad falleció a los 105 años después de más de una década viviendo en su casa sin tener que pagarle el alquiler al nuevo propietario.
