Ha sido el propio consejero delegado de la compañía, Jack Dorsey, quien ha confirmado – ‘tuit’ mediante, como no podía ser de otra manera – el éxodo masivo que ha experimentado Twitter con el abandono de Alex Roetter, Skip Chipper, Katie Stanton, Kevin Weil y Skip Chipper. Los cargos que ocupaban no eran precisamente banales: todos ellos han sido, hasta ahora, vicepresidentes de un consejo de administración compuesto por ocho miembros. Así pues, no es ninguna exageración afirmar que la mitad de la cúpula de Twitter se ha bajado del tren en marcha.
Sin embargo, la oleada de renuncias parece no haber hecho más comenzar y, previsiblemente, más ejecutivos abandonarán la compañía a lo largo de las próximas semanas. Estas dimisiones suponen otro hachazo para el servicio de microblogging, que atraviesa momentos delicados y de gran incertidumbre.
Hace tan sólo unos meses que uno de sus cofundadores, Jack Dorsey, se reincorporó como consejero delegado; desde su vuelta las acciones de la compañía han caído casi el 50%, y ahora se venden por debajo de su oferta inicial en su salida a bolsa en noviembre de 2013. A ello se suma la creciente presión de los inversores para que consolide su camino hacia la esperada rentabilidad, mientras sus más fuertes competidores, Facebook y Snapchat, terminan de ponerle entre la espada y la pared. Además, hace pocos días se confirmaba que 2015 ha sido el año de menor crecimiento en el número de usuarios en la historia de Twitter.