Dicen que pasamos un tercio de nuestras vidas en el trabajo, más un menos un 35% del total. Por tanto, cabe cuanto menos esperar que nuestros trabajos sean satisfactorios, al menos desde el punto de vista profesional. En la opinión general, sentirse reconocido en nuestro puesto de trabajo es de las cosas más satisfactorias que existen, es la meta que queremos alcanzar a grandes rasgos.
Esto no quiere decir que tu jefe se pase el día entero alabando tu trabajo y llenándote de cumplidos. Esto sería cuánto menos raro. Tampoco significa que puedas hacer lo mínimo y seas reconocido, tenemos que ganarnos nuestro sueldo. Pero claro, es importante recibir el mérito que merecemos en ocasiones.
No trabajamos por el reconocimiento, trabajamos para mantenernos o mantener a nuestras familias. Por ello, a veces parece que la parte relacionada con el agradecimiento puede quedar en el olvido, y no debería ser así. Si los jefes están dejando a un lado los pasos básicos para mostrar aprecio hacia sus trabajadores, están perdiendo un oportunidad para mejorar el rendimiento de su plantilla, como ya comentamos en artículos anteriores.
Podemos saber si estamos siendo infravalorados en nuestro puesto de trabajo. Existen algunas señales que apuntan a ello. Por ejemplo, el hecho de que nunca escuches la palabra “gracias”, o un simple “buen trabajo”. No cuesta absolutamente nada, y con esa simple palabra se podría mejorar el compromiso de los trabajadores.
Puede que estés siendo excluido de según qué oportunidades laborales. A lo mejor crees que no estás teniendo tu lugar en algún proyecto para el que crees que tienes las habilidades. A lo mejor estás equivocado y realmente no tienes esas habilidades, pero si has puesto una gran cantidad de esfuerzo en ello y estás seguro, entonces estás siendo subestimado.
El siguiente paso es afrontar el problema, y la mejor solución seguramente sea mediante una conversación honesta. Puede ser que tu jefe no se dé cuenta de la situación y que con el simple hecho de presentárselo, todo cambie de forma positiva.
Si la situación no cambia y realmente crees que mereces algo más, quizás sea el momento de replantearte si deberías buscar otro puesto en el que seas más valorado.