Tecnología

Por qué la incorporación del puerto USB-C en el nuevo iPhone es una buena noticia

Cuenta atrás para los amantes de la manzana mordida: Apple celebrará el 12 de septiembre su ya tradicional keynote en la que se darán a conocer, entre otros productos, los nuevos iPhone –15 y 15 Pro–. Este año, con una novedad muy llamativa: el conector Lightning, que se introdujo en el 2012 con el iPhone 5, dará paso al USB-C, empujado por la obligatoriedad de la Unión Europea de unificar el tipo de puerto de carga en todos los dispositivos electrónicos.

Este cambio, sin duda, será mucho menos traumático que cuando los de Cupertino decidieron migrar del conector de 30 pines a Lightning. Por aquel entonces, muchos usuarios de iPhone tenían diferentes accesorios que, de repente, quedaron inutilizados.

iPhone 4 con el conector de 30 pines

Ahora, con el USB-C mucho más extendido –la totalidad de teléfonos Android cuenta con ellos, así como muchos modelos de MacBook y iPad de la propia Apple–, la transición será mucho más suave. Precisamente esa universalidad ya presente es una de las razones por las que el USB-C en el iPhone 15 es una buena noticia, pero hay más.

Comprar un nuevo cargador será mucho menos frecuente si ya cuenta con uno para otro dispositivo, lo que repercutirá en el medio ambiente, evitando fabricar nuevos. Así mismo, eso significará cargar con menos cables: ¿recuerda cuando cada dispositivo tenía una clavija y tenía que viajar con multitud de cargadores? Eso será mucho más fácil ahora: si todos sus dispositivos pueden conectarse a USB-C, apenas tendrá que llevar un cargador. Uno.

Aún así, no siempre será necesario el uso del USB-C. Los cargadores inalámbricos cada vez están más presentes: deje el iPhone sobre la mesa y voilà. De hecho, esta manera de cargar el iPhone está más al día que nunca gracias a los cargadores MagSafe que la propia Apple lleva varios años impulsando, con una sujeción segura a través de imanes y una carga (algo) más rápida que antaño.

Más razones por las que incorporar el USB-C es una buena noticia: la velocidad de carga. Se rumorea que el nuevo iPhone admitirá una carga rápida de hasta 35 W –con su correspondiente adaptador de corriente que lo acepte, claro–, pudiéndose cargar el dispositivo en un tiempo menor que el que actualmente tenemos.

No podemos cerrar este artículo sin hablar de otra posible gran ventaja: la velocidad de transmisión. Es posible que las versiones Pro de los nuevos iPhone cuenten con USB-C con soporte Thunderbolt y transferencias de alta velocidad. Algo muy necesario, sobre todo si queremos descargar en nuestro PC o Mac un archivo que pese mucho, más aún si se trata de un vídeo en 4K e incluso 8K (¿grabará el iPhone 15 Pro en 8K? Veremos).

Sin duda, son muchas las posibles ventajas de un iPhone con USB-C. Ahora solo queda esperar. Saldremos de dudas en menos de una semana.