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Estas cinco empresas emergentes europeas han desafiado las turbulencias económicas y geopolíticas

Ha sido un año difícil para las empresas emergentes europeas… y para las centradas en la tecnología en particular. El turbulento telón de fondo económico y geopolítico ha puesto cada vez más nerviosos a los inversores. La financiación para las nuevas empresas tecnológicas europeas es mucho más difícil de conseguir en este entorno; la empresa de capital riesgo Atomico predice que la inversión en la región será alrededor de un 38% menor en 2023 que en el año anterior. Eso supondría que la cantidad de dinero en efectivo destinada a las empresas en fase inicial caería de 83.000 millones de dólares a 51.000 millones. El crecimiento será inevitablemente más lento con el grifo de la financiación cerrado.

Sin embargo, no todo son malas noticias. Muchas de las empresas tecnológicas europeas en fase inicial más consolidadas siguen yendo viento en popa, demostrando una notable resistencia a pesar del difícil telón de fondo. De hecho, Creandum, el inversor con sede en Estocolmo, calcula que Europa alberga actualmente más de 500 empresas unicornio, es decir, start-ups que han conseguido una valoración de 1.000 millones de dólares o más. He aquí cinco que se han unido a esas filas en los últimos meses:

Kpler

Con sede en Bélgica, Kpler ha causado un gran revuelo en el sector de las materias primas durante los nueve años transcurridos desde su lanzamiento, creciendo rápidamente con una expansión orgánica y mediante fusiones y adquisiciones periódicas. La plataforma analítica basada en datos de la empresa ayuda a los clientes a comprender los entresijos del comercio mundial, agregando, normalizando y analizando datos procedentes de multitud de fuentes con el fin de generar información sobre una serie de mercados de materias primas de todo el mundo. El enfoque innovador de Kpler le ha valido una valoración de unicornio, además de apuntalar su posición como líder en inteligencia energética.

Oyster

Con sede en el Reino Unido, Oyster cree que la tecnología tiene el poder de transformar la forma en que las empresas gestionan los recursos humanos a través de la tecnología, sobre todo a medida que se expanden a nuevos mercados en todo el mundo. La plataforma de Oyster ofrece una gama de soluciones de RRHH, dirigidas a empresas que buscan contratar, pagar y cuidar a sus empleados en diferentes partes del mundo. Fundada apenas en 2019, la empresa ha crecido con notable rapidez; también practica lo que predica, con miembros de su equipo en más de 60 países.

DeepL

La alemana DeepL se lanzó en 2017 y opera en un mercado en el que también están presentes algunas de las mayores empresas tecnológicas del mundo. Sin embargo, los servicios de traducción potenciados por inteligencia artificial de la start-up están más que a la altura de los que ofrecen los gigantes de la tecnología. Gracias al uso de la IA, la empresa afirma que es capaz de ofrecer operaciones mucho más precisas que captan los matices del lenguaje; ya ha contratado a más de 500.000 clientes.

Synthesia

Synthesia es una empresa con sede en Londres que ambiciona cambiar el panorama de la creación de contenidos de vídeo mediante el uso de la IA. La plataforma tecnológica de la empresa permite a los usuarios generar vídeos altamente realistas y personalizables a escala: los usuarios simplemente proporcionan el texto y Synthesia lo convierte en vídeo utilizando avatares de IA que tienen un aspecto y un sonido naturales. Con el rápido crecimiento de la creación de contenidos impulsada por la IA, sobre todo a medida que se acelera la adopción de la IA generativa, las perspectivas de la empresa son realmente alentadoras.

EcoVadis

EcoVadis, con sede en París, ayuda a sus clientes a mejorar la sostenibilidad de sus cadenas de suministro mundiales, proporcionándoles una base de datos exhaustiva sobre la responsabilidad social corporativa y las credenciales medioambientales de empresas de todo el mundo. A la hora de contratar proveedores, las empresas pueden recurrir a los datos de EcoVadis –que actualmente abarcan 500.000 empresas en todo el mundo y se actualizan constantemente– para comprobar su rendimiento en cuanto a características medioambientales, sociales y de gobernanza (ASG). Esto también ayuda con la presentación de informes y la divulgación de información, un reto clave a medida que prolifera la normativa sobre ASG.