Bajo la moderación de la periodista Esther Molina, los ponentes Uriel Romero, fundador de Nekuno, Luz Rello, fundadora de Change Dyslexia, Miriam Rueda y Luis Miguel Sanz, ingenieros y César Velasco, director de Innovación Asistencial Vall D’Hebrón, se encargaron de hablar de esa escuela del futuro.
La aventura comienza con las famosas STEM (Science, Technology, Engineer and Maths) se convierte en el caballo de batalla de esta nueva educación. No observada desde las clases magistrales sino en retos y desafíos que sirvan de acicate para la creatividad del alumno. Un tema que conoce bien César Velasco, que nos recuerda que se encuentra en una fase prometedora en torno a los jóvenes pero que necesita una adaptación de cara a la educación organizada. Lo necesario, a juicio de Velasco, es que las iniciativas tecnológicas de las que nos valemos hoy en día también tuvieran un componente nacional.
Miriam Rueda también lo menciona, sobre todo en la necesidad de “dar alas desde la localidad a las STEM para que puedan multiplicarse a nivel internacional”. El problema, in dica Uriel Romero, es que “hay un cierto miedo desde el desconocimiento a implementar las STEM” por lo que “debe perderse el miedo de los inversores para iniciarse en este tema”.
Con el caballo de batalla de los inversores hemos topado. Tema en el que insiste Esther Molina, moderadora de la mesa redonda, ante la gran duda: ¿falta financiación? En la opinión de Miriam Rueda es cierto que falta financiación “aunque empieza a llegar”. Lo que sí ocurre es que “se sigue penalizando el fracaso”. Otra de las voces autorizadas en este tema, César Velasco, considera que hay una precariedad laboral que amenaza al investigador nacional, haciendo difícil que los jóvenes puedan decidirse a investigar aquí.
De esa investigación surge otro reto y es la modernización de la educación. ¿Cambiará la forma de educar de cara al futuro? ¿Se sustituirá la metodología clásica? En palabra de Luis Miguel Sanz sería conveniente “no dar palos de ciego en torno a planes de estudios cambiantes”. Para Miriam Rueda, este cambio se está produciendo pero “se observa más en las escalas primarias de la educación”. La ‘guerra’ también implica que no se habla sólo de un cambio educacional, sino que, según César Velasco, hablamos de un “cambio de valores”. “Puede que se te eduque en estos valores de innovación y creatividad pero luego llegar al mundo laboral donde no se premian estas actitudes acaba lastrando al estudiante”.
Por eso, concluye Luis Miguel Sanz “la innovación científica es necesaria en España y sobre todo, explicarla al resto del país para que sepan lo que se hace y que su utilidad repercute en todos”.