La Organización Mundial del Comercio considera que los aranceles adicionales impuestos en 2018 por China a las importaciones de Estados Unidos en respuesta a los aplicados previamente por este país sobre el aluminio y el acero chinos son «incompatibles» con el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT) de 1994.
En sus conclusiones, el panel de expertos establecido por la OMC señala que, en tanto en cuanto la medida de China relativa a los derechos adicionales es incompatible con determinadas disposiciones del GATT de 1994, «ha anulado o menoscabado ventajas resultantes para los Estados Unidos de dicho Acuerdo».
De este modo, recomienda que China ponga su medida incompatible con la OMC «en conformidad» con las obligaciones que le corresponden en
virtud del GATT de 1994.
La disputa entre ambas potencias se remonta a la decisión de la Administración Trump de imponer aranceles del 25% a las importaciones de acero y del 10% a las de aluminio, tras lo que China respondió con la aplicación de aranceles adicionales de entre el 15% y el 25% a ciertas importaciones originarias de Estados Unidos.
En diciembre de 2022, otro panel de la OMC falló en contra de los aranceles aplicados por Estados Unidos a las importaciones de productos de acero y aluminio, aunque entonces la Administración Biden rechazó la sentencia asegurando que los asuntos de seguridad nacional no pueden ser examinados en el mecanismo de disputa de la OMC.
En un comunicado, la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos ha celebrado el informe del panel de la OMC que considera que China tomó represalias ilegalmente.
«La decisión de China de continuar con esta disputa destaca su hipocresía al demandar a Estados Unidos en la OMC y al mismo tiempo tomar represalias unilaterales con aranceles», señala al tiempo que acusa al gigante asiático de haber causado un grave daño sistémico a la OMC.
Asimismo, Estados Unidos ha condenado la negativa de China a corregir su severo y persistente exceso de capacidad no comercial de acero y aluminio, que está en el centro de una crisis global que condujo a las acciones de seguridad nacional adoptadas, añadiendo que la Administración Biden se compromete a defender a los trabajadores estadounidenses.
De su lado, el Ministerio de Comercio de China ha «tomado nota» del informe de los expertos de la OMC y está estudiando su contenido.
Un portavoz del Ministerio ha insistido en que la raíz del problema en este caso radica en el «unilateralismo y proteccionismo de EE.UU.», defendido la conformidad con la legalidad de la adopción de contramedidas por parte de China para salvaguardar sus derechos e intereses legítimos.
«En diciembre de 2022, la OMC dictaminó que las medidas estadounidenses violaban las normas de la OMC. Sin embargo, Estados Unidos insistió en seguir su propio camino (…) evadiendo sus obligaciones de implementación y negándose a cancelar las medidas arancelarias ilegales», ha recordado.
De este modo, China ha exigido que Estados Unidos cancele de inmediato las medidas impuestas sobre las importaciones de acero y aluminio que violan las normas de la OMC, y que se reúna con otros miembros de la OMC para colaborar en un sistema de comercio multilateral basado en normas.