El Directorio del Banco Central de Reserva del Perú ha decidido por séptima ocasión consecutiva congelar los tipos de interés en el 7,75%, pese a la caída de la inflación de los últimos meses y con el objetivo de hacer frente a los riesgos climáticos que podrían afectar negativamente a las variables macroeconómicas del país y las expectativas económicas que se mantienen en el tramo «pesimista».
Atendiendo a los datos del mes de julio, la inflación interanual de Perú acumula ya cinco meses con una tendencia a la baja, hasta encontrarse en el 5,9%. Sin embargo, el organismo central del país ha considerado oportuno mantener la tasa de política monetaria en el 7,75% ya que el índice de precios sigue por encima de la meta.
El banco central incrementó los tipos en 25 puntos básicos en enero de este año, siendo esta la única reunión celebrada en 2023 en la que ha llevado a cabo una modificación de la cifra. En numerosas ocasiones, se ha llamado a la prudencia para que las distintas decisiones tengan el menor impacto en la economía.
En aquel mes de enero, la inflación se encontraba en el 8,66% interanual y, a causa de las protestas sociales, mostraba un repunte respecto al dato interanual de diciembre y una mayor resistencia a caer.
La entidad ha adelantado que estará «especialmente atento» a la nueva información referida a la inflación y sus determinantes, incluyendo la evolución de las expectativas de inflación y la actividad económica, para considerar «modificaciones adicionales en la posición de la política monetaria», según ha expresado en un comunicado posterior a la reunión.
Asimismo, sobre las consecuencias económicas de la variación del clima, el banco ha señalado que el fenómeno El Niño ya está causando cierto impacto en la actividad económica del país.