Riley Keough, la nieta del rey del rock, Elvis Presley, ha sido nombrada heredera única de su madre, Lisa Marie Presley, fallecida a principios de año. Entre esas propiedades está la mansión de su abuelo en Memphis, que recibe el nombre de Graceland.
Eso sí, esta declaración no viene exenta de polémica, porque su abuela y viuda de Elvis, Priscilla Presley, se opuso a esta decisión. Finalmente, la viuda de Elvis cedió a cambio del pago de un millón de dólares, del pago de las costas y de poder ser enterrada junto al rey del rock.
Y es que, los restos del cantante descansan allí desde que intentaron profanar el mauselo familiar en el que estaba enterrado en Forest Hills, en Memphis.
Es la segunda casa más visitada en Estados Unidos, solo por detrás de la Casa Blanca. A esta vivienda de Memphis acuden anualmente 600.000 personas. La casa tiene unos ingresos anuales de 10 millones de dólares y unos gastos de apenas medio millón.
Así es la casa
El nombre de la casa, Graceland, se le debe a la persona que levantó la mansión, S. E. Toof, en honor a su hija, Grace.
La primera característica identificativa de la casa es la verja, con un diseño en el que aparecen notas musicales y una silueta del propio Elvis. Se creo a modo de protección frente a los seguidores más fanaticos del cantante, pero lejos de serlo, se convirtió en una atracción.
El interior de la casa cuenta con 23 habitaciones, de las cuales 8 son dormitorios. Una de las estancias más simbólicas es la «sala de la selva«. En esa salita instaló su último estudio antes de morir. De hecho, fue allí donde gabó Moody Blues.
El espacio destaca por sus muros de piedra, su cascada interior acompañada de plantas por toda la estancia y con una moqueta de color verde.
La sala de estar se trata de una estancia recargada con cristaleras que dibujan un pavo real, con cortinas y pintura dorada y lámparas de araña.
Otro de los lugares curiosos de la casa es la sala de la televisión. Ahí pueden encontrarse tres televisiones, ya que al rey del rock le gustaba tener puestas varias pantallas al mismo tiempo.
La cocina, por su parte, es uno de los lugares mejor conservados. Tiene muebles de madera y lámparas de Tiffanys.
Dentro del terreno se construyó más tarde un pequeño edificio que se utilizaba para jugar al raquetball, pero que terminó siendo utilizado para exponer los discos de oro y otros premios que recibió Elvis, ahora todos están en una sala de exposiciones creada para las visitas.
El último coche de Elvis, el Stutz Blackhawk negro, es una de las paradas obligatorias de la visita. Además de ese coche, puede verse otra treintena de ellos, ya que el rey del rock era un apasionados de los automóviles y los coleccionaba.
La casa cuenta con amplios jardines. En uno de ellos, en el Jardín de la Meditación, es donde descansan los restos de Elvis, junto a los de sus padres y los de su hija, Lisa Marie. También hay una placa que recuerda al hermano gemelo de Elvis, que murió al nacer, y también está enterrado Benjamin Keough, hijo de Lisa Marie, que se quitó la vida en 2020.