Commerzbank, el segundo mayor banco comercial privado alemán y en el que el Gobierno germano mantiene una participación ligeramente superior al 15%, obtuvo un beneficio neto atribuido de 1.145 millones de euros en el primer semestre de 2023, lo que supone un 49% más que el registrado en el mismo periodo del pasado ejercicio, según informó la entidad.
En los seis primeros meses del año, Commerzbank destinó a cubrir el riesgo de crédito 276 millones de euros, una cifra un 51% inferior a la de la primera mitad del ejercicio anterior, incluyendo la reserva de 208 millones de euros entre abril y junio de este año.
La cifra de negocio de Commerzbank entre enero y junio alcanzó los 5.297 millones de euros, un 1,6% más, gracias al aumento del 41,6% de los ingresos por intereses netos, hasta 4.076 millones, y pese a que los ingresos por comisiones disminuyeron un 5,8%, hasta 1.756 millones.
En el segundo trimestre, el banco alemán obtuvo un beneficio neto atribuido de 565 millones, frente a las ganancias de 470 millones anotadas un año antes, lo que supone un incremento del 20%, al tiempo que la cifra de negocio aumentó un 30%, hasta 2.629 millones de euros, un 8,7% más.
El presidente de la junta directiva de Commerzbank, Manfred Knof, ha señalado que está primera mitad del año ha sido «muy buena» y ha añadido que están implementando su estrategia y han aumentado significativamente las ganancias «gracias a los fuertes ingresos de nuestro negocio de clientes […] Estamos totalmente encaminados para lograr nuestros objetivos para 2023 y 2024».
La directora financiera, Bettina Orlopp, ha agregado que «después de la sólida primera mitad del año y en función de nuestras expectativas para la segunda mitad, solicitaremos al BCE y a la Agencia Financiera Alemana la aprobación de una nueva recompra de acciones como parte del pago planificado del 50%».
De cara al resto del año, desde la entidad esperan que el beneficio de este año supere al del pasado ejercicio gracias, entre otras razones, a los elevados tipos de interés, y también vaticinan una reducción de costes; todo ello en un contexto macroeconómicos marcado por una previsible recesión suave.