La Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme)ha destacado el nuevo máximo histórico que registró la afiliación en el mes de julio, cuando la cifra llegó a los 20,89 millones de afiliados, pero ha advertido de que en los próximos meses la ralentización de la economía tendrá un impacto negativo en el mercado laboral.
A través de un comunicado, la patronal de la pequeña y mediana empresa ha querido llamar la atención sobre el impacto que tendrá la ralentización del crecimiento de la economía española en el mercado laboral en los próximos meses, por lo que ha pedido «responsabilidad» a los partidos políticos para ayudar a crear un escenario de estabilidad política que beneficie la actividad económica.
Tras conocerse los datos de paro y afiliación a la Seguridad Social, la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa ha alertado de la moderación en el ritmo de creación de empleo que se observa durante los últimos meses, en plena campaña estival y ha advertido de que en los próximos meses la ralentización de la economía tendrá un impacto negativo en el mercado laboral.
Según la organización que preside Gerardo Cuerva, las debilidades que muestra la industria, junto a la caída del gasto en el consumo final de los hogares y los efectos de la restricción y al endurecimiento del crédito hacen prever un otoño complicado para la actividad empresarial y, por tanto, para la evolución del empleo.
Por sectores, Cepyme llama la atención en el esfuerzo que están realizando las empresas del sector industrial por mantener y crear empleo, a pesar de la atonía en la que se adentra la actividad, que tendrá continuidad en los próximos meses, tal y como se observa en los indicadores adelantados que apuntan que el descenso de los nuevos pedidos se acelera y su cartera se debilita. De hecho, de las 12.200 personas en ERTE que se registraron en el mes de julio, 6.100 corresponden al sector industrial.
Respecto a la agricultura, Cepyme ha advertido de la «grave situación» que atraviesa el sector, que se refleja en los datos de julio, mes en el que el sector agrícola registró el nivel más bajo del empleo en los últimos 23 años, retrocediendo a la afiliación registrada del año 2000.
Según la patronal, la problemática de la sequía impacta en el sector, pero también incremento de costes que ha sufrido en los últimos años, debido a «la crisis inflacionaria, pero principalmente al fuerte incremento del SMI y de las cotizaciones sociales».