Economía

Indra refuerza la protección de los aviones de transporte militar C295 del ejército del aire y del espacio

Indra renovará los sistemas de alerta radar y control de la suite de autoprotección de toda la flota de aviones de transporte militar C295 del Ala 35 del Ejército del Aire y del Espacio para elevar su protección y capacidad a la hora de realizar misiones en zona de conflicto, según ha informado la propia compañía este lunes.

Este primer pedido se enmarca dentro del acuerdo marco que la empresa ha alcanzado con la OTAN para suministrar estos equipos. El C295 es uno de los aviones de transporte táctico medio más versátiles y robustos y «resulta clave para transportar tropas y material de forma rápida a cualquier punto del planeta».

Como han comentado desde Indra, para que un avión de estas características pueda operar en zonas de conflicto necesita disponer de equipamiento de defensa electrónica de vanguardia.

Por este motivo, el Ejército del Aire y del Espacio ha confiado a la compañía española la sustitución de la solución que usan actualmente por el sistema ALR-400, más avanzado y moderno. Además, este es el mismo que ya utilizan el resto de helicópteros, aviones de transporte y cazas del Ministerio de Defensa, con la sola excepción del Eurofighter.

El sistema ALR-400 ha demostrado una «excelente capacidad de respuesta en misiones reales» y ya está operando con él más de medio millar de aeronaves de quince países, como han asegurado desde Indra.

El consejero delegado de la multinacional española, Jose Vicente de los Mozos, ha declarado que el acuerdo marco que se ha cerrado con la agencia NSPA de la OTAN refuerza aún más la posición de liderazgo de Indra en un segmento tecnológico absolutamente crítico para la defensa de Europa y el resto de aliados.

De hecho, la empresa fue una de las primeras del mundo que introdujo hace casi veinte años la recepción digital de banda ancha en este tipo de equipos, incrementando así la capacidad de detección y análisis de señales en tiempo real y la conciencia situacional y seguridad de pilotos y tripulaciones.

El ALR-400, además, es capaz de orientar sobre la posición del emisor y el tipo de aeronave o radar del que proviene la señal, comparándola con la librería de inteligencia que emplea.

También está preparado para procesar formas de ondas complejas, para desenmascarar señales débiles que se pueden ocultar tras transmisores más potentes o cercanas y para trabajar en ambientes fuertemente saturados.

En caso de que el avión sea atacado con misiles de guiado electromagnético, el sistema los detecta y activa las contramedidas necesarias para neutralizarlos.

En este sentido, el ALR-400 actúa «como el auténtico cerebro encargado de la coordinación de la suite completa de autoprotección de la aeronave», ofreciendo dentro del mismo equipo la capacidad de gestión del sistema de guerra electrónica (EWM) y controlando tanto los alertadores ópticos de misil (MWS), como los alertadores láser de misil (LWS).

Además, ofrece capacidades de crecimiento para integrar otros sistemas de alerta como indicadores de fuego hostil (HFI), contramedidas infrarrojas dirigidas (DIRCM) de última generación e incluso contramedidas electrónicas radar de perturbación y engaño (ECM).

El sistema ha sido diseñado para cubrir todo tipo de misiones, ya sean de baja cota y rango cercano hasta las de mayor altitud y distancia de encuentro.