La mitad de los inversores que participan en fusiones y adquisiciones cree que la recuperación de la actividad del sector podría producirse en 2024, en tanto que la otra mitad opina que se podría adelantar a este segundo semestre del año, según un informe presentado por LLYC en colaboración con iDeals y M&A Community.
Los resultados de la encuesta entre los especialistas del sector revelan que el parón de la actividad ha sido notorio hasta ahora por la mayor dificultad para acceder a la financiación y su impacto en los precios, así como por la incertidumbre geopolítica, la desaceleración macroeconómica y las subidas de los tipos de interés.
Pese a esos vientos en contra, la mayoría de los profesionales ha apuntado que, en líneas generales, la actividad ha resistido mejor de lo que las previsiones iniciales anticipaban, especialmente por la fuerza del ‘middle market’, que representó un 68% de las operaciones realizadas hasta ahora.
El informe también ha recogido los principales motivos por los que las empresas y fondos deciden acometer operaciones de fusiones y adquisiciones: la mitad ha afirmado que, en un escenario de incertidumbre, ganar tamaño para reforzar la competitividad y afrontar los nuevos desafíos es la principal razón para completar una operación, seguido por la necesidad de responder a los retos de la transformación tecnológica y sostenible (un 16%), reestructurar el balance (un 14%) o responder a la presión accionarial (un 9%).
Por tipo de inversor, un 42% de los encuestados considera que las gestoras de ‘private equity’ seguirán teniendo un papel muy relevante, en tanto que un 39% apuesta que su peso aumentará todavía más.