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Los nativos digitales no existen

El autor, Marc Prensky, acuñó el término “nativo digital” para describir a las personas que prácticamente nacen con un Smartphone debajo del brazo.

El planteamiento ante la facilidad para la tecnología para la gente joven, ha conseguido que las personas mayores se tengan que adaptar a ella.

Para Prenksy, los nativos digitales son aquellos nacidos después de 1984, y saben de forma intuitiva como usar la tecnología porque han nacido en una época en la que esta era omnipresente.

En términos prácticos, los nativos digitales son las personas que roban el puesto a las personas mayores, o eso según sus propias creencias. Es un término que solo genera criticismo por parte de los trabajadores más mayores que lo ven como una discriminación debido a su edad.

Pero la verdad es que los nativos digitales no existen, y no solo el mito de su existencia contribuye a la discriminación entre los trabajadores más mayores, también hace que las personas jóvenes pierdan la oportunidad de recibir guía por parte de los trabajadores con más experiencia. Se debe motivar a los millenials para que consigan un trabajo espectacular.

La Escuela de Negocios de Harvard, señaló el pasado Noviembre que los espacios de trabajo sin diversidad de edades, tienden a perder competitivamente hablando.

En resumen, sugerir que las personas nacidas después de 1984 llevan la tecnología en el ADN, no solo hace daño a los trabajadores, también les aparta a ellos del éxito, según la Escuela de Negocios de Harvard.

Lo mismo se puede aplicar en las aulas. Hacemos daño a los estudiantes, en vez de ayudarles, cuando asumimos que tienen unas habilidades tecnológicas excelentes. Al asumir que esta generación de estudiantes es diferente a todas las demás, muchos de los procesos básicos de aprendizaje se han perdido por el camino y esto solo crea una falta de habilidades para su futuro.

Por tanto, acabad con la utilización de este término que no es ningún cumplido para los millenials, más bien una carga con la que tenemos que cargar, valga la redundancia.