Quizás una pequeña queja sobre cómo tu pareja siempre deja la tapa del váter subida pueda llevar a una discusión más profunda, y antes de que te des cuenta, tu relación está en problemas.
Es una realidad, no nos gusta que publiquen cosas con las que no estamos de acuerdo, y menos si nosotros aparecemos en ellas. Todo esto se magnifica cuando encima se trata de nuestras parejas.
Aunque España no cuenta con estudios oficiales al respecto, en Reino Unido y EEUU, uno de cada siete divorcios es provocado por alguna acción relacionada con las redes sociales. No tiene que ser un comentario como el citado anteriormente, una petición de un antiguo amigo especial puede ser suficiente. También puede ser que recibas una notificación que te avise de que hoy es el cumple de algún ex.
A lo mejor solo estás conectado a tu ex por saber cómo le va la vida, pero una cosa puede llevar a la otra y en menos de lo que canta un gallo habéis retomado vuestra relación, por ello las redes sociales pueden acabar (pero también empezar) con las relaciones en un periquete.
Las redes sociales nos ayudan a distinguir, a grandes rasgos, entre las personas que opinan como nosotros y las personas que están en el otro extremo, lo que nos ayuda a alejar o a acercar a personas de nuestra vida.
La infidelidad es mucho más fácil con la ayuda de las redes sociales, como ya comentamos en artículos anteriores, pero ya no es solo eso, estar expuestos a las “supuestas” vidas felices de los demás, puede dañar nuestras relaciones. Puede que decidamos que queremos otro tipo de vida, que en realidad puede no existir, pero lo dejamos todo por una utopía, y puede ser la peor o la mejor decisión de nuestras vidas.
Aunque lo que publiques en las redes sociales no acabé con tu relación, debes tener cuidado y estar seguro de que la otra persona está de acuerdo con lo que tú quieres publicar.