La secretaria del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, ha expresado su preocupación por las ayudas públicas de China a sus empresas y las restricciones al acceso al mercado chino para las compañías extranjeras, así como por los nuevos controles a la exportación de metales críticos para la fabricación de semiconductores.
En una reunión en China con representantes de la comunidad empresarial estadounidense presente en el gigante asiático, Yellen ha reiterado la disposición de Estados Unidos para buscar «una sana competencia económica con China», aunque ha advertido que esta sólo es sostenible si dicha competencia es justa.
De tal manera, la secretaria del Tesoro de Estados Unidos ha señalado que en sus reuniones con las autoridades chinas ha informado de las preocupaciones de la comunidad empresarial estadounidense respecto del uso por parte de Pekín de instrumentos no comerciales, incluyendo la ampliación de los subsidios para sus empresas estatales, así como sobre las barreras de acceso al mercado para firmas extranjeras.
«Me han preocupado particularmente las acciones punitivas que se han tomado contra las empresas estadounidenses en los últimos meses», ha advertido Yellen, después de que el pasado mes de mayo el regulador tecnológico chino vetase la compra de los productos fabricados por la estadounidense Micron Technology al considerar que pueden representar un riesgo de seguridad nacional para el país.
«También me preocupan los nuevos controles de exportación anunciados recientemente por China sobre dos minerales críticos utilizados en tecnologías como los semiconductores», ha indicado.
En este sentido, la responsable de las Finanzas de la mayor economía mundial ha señalado que la Administración Biden aún está evaluando el impacto de estas acciones, aunque ha subrayado que dichas medidas recuerdan la importancia de construir cadenas de suministro resilientes y diversificadas.
Asimismo, Yellen ha defendido que las acciones adoptadas por Estados Unidos están diseñadas con objetivos específicos y se basan en consideraciones directas de seguridad nacional y no se llevan a cabo para obtener una ventaja económica sobre China.
«He dejado claro que Estados Unidos no busca una separación total de nuestras economías. Buscamos diversificar, no desacoplar», ha asegurado, señalando que el desacoplamiento de las dos economías más grandes del mundo sería desestabilizador para la economía mundial y prácticamente imposible de llevar a cabo.