El índice de precios de gasto de consumo personal de Estados Unidos, la estadística escogida por la Reserva Federal (Fed) para monitorizar la inflación, se situó en el 3,8% interanual en el mes de mayo, lo que supone una caída de cinco décimas respecto a abril, según ha revelado este viernes la Oficina de Análisis Económico del Departamento de Comercio.
El índice subyacente, que excluye de su cálculo los precios de los alimentos y la energía por su mayor volatilidad, cerró el quinto mes de 2023 con un incremento del 4,6%, una décima menos que el mes previo.
En tasas mensuales, la variable general del índice experimentó un avance del 0,1%, tres décimas menos, mientras que la variable subyacente avanzó un 0,3%, una décima menos desde abril. Los precios de los alimentos crecieron un 5,8%, mientras que los de la energía se redujeron un 13,4%.
Para hacer frente al alza de precios, la Reserva Federal subió diez veces consecutivas los tipos de interés desde marzo de 2022. De esta forma, los ha situado en el rango objetivo de entre el 5% y el 5,25%.
No obstante, en su última reunión del 14 de junio, el instituto emisor decidió mantener los tipos para «recabar información adicional» sobre las implicaciones económicas de incrementos anteriores. La próxima revisión de esta cifra se anunciará el 26 de julio, día en el que los responsables de la Fed volverán a reunirse.