Economía

AOP pide a los grupos políticos un marco normativo que «respete el principio de neutralidad tecnológica»

La Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP) ha pedido a los principales grupos políticos que concurren a las próximas elecciones generales del 23 de julio que incluyan en la nueva legislatura un marco normativo que «respete el principio de neutralidad tecnológica».

La patronal del sector, de la que forman parte Repsol, Cepsa o BP España, entre otros, ha remitido una carta a los principales grupos políticos y sus respectivos candidatos para transmitirles las demandas del sector en materia energética.

Entre esas peticiones, AOP reclama que no se discrimine ninguna tecnología capaz de reducir las emisiones de CO2 en favor de otras, de forma que las políticas públicas en materia de energía «se rijan por el principio de neutralidad tecnológica».

Asimismo, defiende un marco regulatorio «estable y predecible», que
incentive el desarrollo de tecnologías neutras en carbono, para lo que ve necesario «promover la transposición de las regulaciones europeas relativas a la reducción de emisiones de CO2 en el transporte».

Igualmente, aboga por contemplar los ecocombustibles, ya que permitiría a España y a Europa diversificar las fuentes de energía, para lo que cree «fundamental» aprobar una hoja de ruta para ellos y que se incluya una línea específica dedicada a estos dentro del PERTE de Energías Renovables, Hidrógeno y Almacenamiento (ERHA).

La asociación también señala «la importancia» que tiene para el sector que el Gobierno adopte «un papel activo» en la lucha contra el fraude en los carburantes y los ecocombustibles.

DEROGUE EL GRAVAMEN TEMPORAL ENERGÉTICO.

Además, al haberse normalizado los precios en el mercado de combustibles, ve necesario que se derogue «inmediatamente» el gravamen temporal energético para «garantizar la sostenibilidad y competitividad de las empresas afectadas y recuperar la confianza de los inversores».

Por último, AOP recuerda a todos los destinatarios la importancia de establecer «un diálogo fluido y constructivo» con todas las fuerzas políticas para abordar desafíos como la transición energética, la reducción de emisiones y la independencia energética.