Economía

Tubos Reunidos prevé un buen ejercicio 2023, tras ganar hasta mayo 50 millones, siete más que en todo 2022

Tubos Reunidos prevé cerrar un «buen ejercicio» en 2023 tras lograr hasta mayo un beneficio neto superior a 50 millones de euros, que supone mejorar en 7 millones lo obtenido en todo el ejercicio 2022.

Las ventas han superado los 300 millones de euros, un 35% más respecto al mismo periodo del año anterior, con una mejora de márgenes que arroja un Ebitda superior a los 70 millones de euros, 20 millones más con relación al segundo semestre del ejercicio anterior.

Así lo han trasladado en una comparecencia a los medios, previa a la Junta de Accionistas que la compañía ha celebrado este viernes en Bilbao, su presidente ejecutivo, Francisco Irazusta y su director general, Carlos López de las Heras.

Por contra, tal y como ha resaltado Irazusta, la entrada de pedidos se ha reducido «de forma relevante» en los últimos meses debido a los ajustes a la baja, tanto en la demanda aparente como en los precios, lo que tendrá «un impacto significativo en los resultados del segundo semestre, aunque en línea con los establecidos en nuestro Plan estratégico».

Tras subrayar que Tubos Reunidos cuenta con una cartera de pedidos actual por valor de 141,7 millones de euros, Irazusta ha incidido en que las inversiones previstas para 2023 superarán los 25 millones de euros. También ha remarcado que en los cinco primeros meses de este año la facturación ha sido un 35% superior al mismo periodo de 2022, tal y como hacía prever la cartera de pedidos con la que a finales de 2022 contaba el Grupo tubero.

Estos resultados se basan en una «sólida cartera» gracias a la «fuerte demanda» que el mercado norteamericano, esencialmente los sectores Upstream (OCTG) y Midstream, ha tenido desde el segundo semestre de 2022, así como a la demanda obtenida del sector mecánico en Europa.

Los datos respecto a 2023 confirman, tal y como ha explicado Irazusta, «un primer semestre muy positivo», que no permite obviar que, actualmente, «la entrada de pedidos muestra un ajuste a la baja del mercado».

Esta situación afecta tanto al volumen de demanda como a los precios, lo que, sin duda, tendrá un impacto en el segundo semestre del año que arrojará un resultado «dispar», ha manifestado.

Con esta coyuntura, aunque considera que 2023 será «un buen ejercicio», Irazusta no se ha atrevido a aventurar una previsión para el cierre del año, «y menos cómo arrancará 2024», pero ha apostado por «ser prudentes por las variabilidades del mercado y la incertidumbre constatada» aunque confía en que los buenos resultados alcanzados, se consoliden al cierre del año.

En todo caso, son optimistas ya que «hemos constatado que hay demanda subyacente y los clientes han confirmado que mantienen sus planes de inversión previstos».

El presidente de la compañía ha señalado que no hay que «olvidar» este año todavía esas incertidumbres en todas las economías mundiales, «fruto de los incrementos de los costes de las materias primas, los problemas en las cadenas de suministro y los costes energéticos sin precedentes, así como los consiguientes impactos en la inflación generados».

INVERSIONES

En cuanto a las inversiones en el sector, debido al necesario proceso de adaptación a la transición energética, Irazusta ha explicado que también «pueden conllevar altibajos, ya que los incrementos de los tipos de interés hacen más complicada la viabilidad de los proyectos, y ya percibimos una ralentización en la demanda».

En su intervención, tras recordar que la compañía logró un beneficio neto de 43,5 millones de euros frente a unas pérdidas de 64,7 millones en 2021, Irazusta ha recordado que 2022 «fue un buen año, con un fuerte incremento de la demanda para perforación y conducción en Norteamérica y la contracción de una parte importante de la oferta tradicional, a consecuencia de las disposiciones antidumping en aquel país, que han permitido que, a lo largo del año, la entrada de pedidos haya continuado ganando pulso mes tras mes».

PLAN ESTRATÉGICO

El Plan estratégico 2021-2026 sigue su marcha y en 2022 lo más destacable de su ejecución ha sido la firma de los Convenios Colectivos de las plantas de Amurrio y de Trápaga para el periodo 2022-2027, así como el inicio de las inversiones de mejora de los procesos en ambas plantas y la puesta en marcha de la nueva acería del Grupo en Amurrio, que iniciará su actividad en el tercer trimestre de 2023 y el aumento de capacidad de producción en EE.UU, donde se concentra el 53% de su mercado exterior.

El director general ha confirmado que la concentración de los procesos de fundición de las acerías de Trápaga y Amurrio será una realidad tras el verano, a partir de septiembre, así como la progresiva ejecución de las inversiones en las áreas de laminación y terminación de ambas plantas y a la implantación del plan de digitalización, y la mejora de la capacidad de tratamiento térmico y terminación de la planta de Estados Unidos donde se invertirán entre 7 y 8 millones.

Estas inversiones superan los 25 millones de euros y permitirá avanzar de forma sólida en la ejecución del Plan estratégico, aunque las previsiones apuntan a un segundo semestre de 2023 con una
disminución significativa de las cifras de ventas y del Ebitda respecto al primero.

Preguntados sus responsables sobre los plazos exactos de inicio de la fabricación unificada en la planta de Amurrio, han asegurado que tras comenzar a producir los primeros lingotes en septiembre, a medida que se traslade todo el personal desde la acería de Trápaga «la idea es que, a primeros de noviembre, toda la producción se haga en la acería conjunta que hemos desarrollado en Amurrio» ha confirmado López de las Heras.

En cuanto a la planta de Trápaga, tiene producto de nicho y se han abierto nuevas oportunidades que antes no visualizamos tras cerrar uno de nuestros principales competidores en la laminación de tubo de grandes dimensiones.

En concreto, en la planta de Trápaga se impulsará su actividad de fabricación de tubos de acero sin soldadura en aceros al carbono, aleados e inoxidable, laminados en caliente, de gran diámetro, invirtiendo en nuevas tecnologías digitales, innovación y desarrollo de nuevos productos que «serán claves para la estrategia de crecimiento en nuevos sectores de actividad» ha subrayado el director general.

JUNTA DE ACCIONISTAS

En la Junta se han aprobado las cuentas del ejercicio 2022, en las que la compañía obtuvo 43,5 millones de euros de beneficio neto, frente a unas pérdidas de 64,7 millones de 2021. También ha recibido el visto bueno la decisión de aplicar los beneficios de 2022 por importe de 45,8 millones, a compensar resultados negativos de ejercicios anteriores.

Asimismo, se ha procedido a la reelección de Enrique Migoya Peláez como consejero dominical y Ana Isabel Muñoz Beraza como consejera independiente, así como autorizar al consejo de Administración para la adquisición de acciones propias.