La Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB) ha pedido revisar las figuras impositivas y no impositivas que suponen una «traba» a la actividad y a la eficiencia del sector de cara a la próxima Presidencia de España del Consejo de la Unión Europea, que se inicia el 1 de julio.
En un comunicado, la Federación ha pedido paralizar la aprobación de esas nuevas cargas y analizar aquellas existentes para su posible eliminación, junto a la revisión de los impuestos medioambientales que afectan directamente a las empresas en un momento «muy crítico» para estas.
FIAB ha elaborado un documento con las principales prioridades del sector de cara a la Presidencia española del Consejo de la Unión Europea, donde han destacado la «necesidad» de la dotación de ayudas directas y de los fondos europeos para paliar los efectos directos de los precios de la energía y el impacto por la tensión en materias primas.
El sector también ha abogado por la defensa del libre mercado y el buen funcionamiento del mercado único, «garantía del acceso a una oferta de productos seguros, de calidad, amplia y asequible», mientras que ha pedido revisar el reglamento sobre información facilitada en el consumidor para que vaya siempre encaminada a un marco «armonizado, proporcional, equitativo y con base científica, evitando estigmatizar alimentos, ingredientes o procesos».
Respecto a la sostenibilidad, han abogado por una transición hacia un sistema productivo más sostenible y a la vez competitivo, por lo que han demandado que, en cuanto a la legislación europea sobre envases, las medidas se orienten a largo plazo, dando tiempo a las empresas a «adaptarse a posibles cambios que conlleven impactos relevantes en los procesos productivos y altas inversiones».
La internacionalización y la innovación han ocupado los dos últimos puntos de las peticiones de FIAB, donde han solicitado seguir trabajando en la cooperación con Reino Unido e intensificar las conversaciones para la de suspensión definitiva de los aranceles de Estados Unidos, e impulsar la innovación como base de todas estas actuaciones, así como apoyar las nuevas ‘startups’ e incorporar nuevo talento.
«La industria europea de alimentación y bebidas genera una facturación de 1,2 billones de euros y un valor añadido de 246 mil millones de euros, lo que le convierte en el sector que más contribuye a la economía europea», han subrayado desde la federación.