La junta de accionistas de Oryzon Genomics ha aprobado un plan de incentivos a largo plazo para el periodo 2023-2025 dirigido a directivos y personal clave, incluido su presidente ejecutivo, cuyo coste máximo será, para el conjunto de beneficiarios, de 6,45 millones de euros, según ha informado este martes la sociedad a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
La compañía ha explicado que se trata de un sistema de retribución mediante el que los beneficiarios podrán obtener un incentivo en metálico, vinculado al valor de la compañía en Bolsa, en función del cumplimiento de una serie de objetivos o ante la consecución de un hito estratégico durante los tres años de duración del plan.
El plan se dirige a aquellos directivos y empleados clave de Oryzon que sean invitados a participar por la compañía, incluido su presidente ejecutivo. Actualmente, el grupo de potenciales beneficiarios está compuesto por, aproximadamente, trece personas, sin perjuicio de que puedan sumarse al plan otros potenciales beneficiarios durante la vigencia del mismo.
La liquidación del incentivo que, en su caso, corresponda se realizará en metálico, en función del valor de la acción de Oryzon en la fecha de finalización del Plan.
Dicha liquidación se realizará en los tres meses siguientes a la fecha de finalización del plan, ya en el año 2026, o en los tres meses siguientes a la fecha de liquidación anticipada en caso de consecución de uno de los hitos estratégicos.
Entre los beneficiarios del plan se encuentra el presidente ejecutivo de Oryzon, cuya concesión inicial al amparo del plan equivale al 150% de su retribución fija anual para 2023.
El importe del incentivo en metálico que se entregará a cada beneficiario al finalizar el plan dependerá de que esté en activo en Oryzon en la fecha de finalización del plan; de que cumpla los umbrales mínimos de los objetivos corporativos vinculados al incentivo, y de que, a la fecha de vencimiento del plan, la compañía disponga de tesorería por un periodo superior a un año.
La consecución de los objetivos corporativos a los que se vincula los incentivos se medirá a través de parámetros identificables y cuantificables.
Además del plan de incentivos para directivos, la junta de la biofarmacéutica ha aprobado las cuentas anuales de 2022 y el informe de gestión de la sociedad, así como la reelección de Deloitte como auditor para el ejercicio 2023.
La compañía se anotó unas pérdidas netas por importe de 4,2 millones de euros durante el año 2022, un 9,7% menos en comparación con los ‘números rojos’ registrados en 2021, según comunicó a la CNMV el pasado mes de febrero.
La empresa subrayó entonces que este resultado estaba en consonancia con la especificidad del modelo de negocio de la biotecnología, en la fase de desarrollo en la que se halla la firma, con un periodo de maduración de sus productos a largo plazo, y sin recurrencias desde la perspectiva de ingresos.
La compañía intensificó sus inversiones en I+D en el ejercicio 2022 hasta alcanzar una cifra de 16,9 millones de euros, lo que supone un incremento de un 30% respecto al ejercicio precedente. Dichas inversiones en I+D correspondían a 15,7 millones en actividades de desarrollo y 1,2 millones en actividades de investigación.