Ericsson España registró un beneficio neto de 21,43 millones de euros en 2022, lo que supone un 65% más que los 12,93 millones de euros obtenidos en el ejercicio anterior, según las cuentas anuales depositadas en el Registro Mercantil y consultadas por Europa Press a través de Infoempresa.
La filial española de la firma sueca facturó en 2022 un total de 505,9 millones de euros, lo que supone un incremento del 2,32% en comparación con los ingresos de 494,42 millones de euros obtenidos en 2021.
En el desglose de su cifra de negocio, 178,11 millones de euros procedieron de las ventas (+12,24% en términos interanuales), mientras que por la prestación de servicios facturó 327,79 millones de euros (-2,36%).
De este modo, el 65% de la facturación de Ericsson en España en 2022 procedió de los servicios, mientras que el 21% provino de la venta de hardware y el 14% de la comercialización de software. Asimismo, el 70% de sus ingresos se produjo en el mercado nacional, mientras que el 27% correspondió a la Unión Europea (UE) fuera de la zona euro, el 2% a la UE dentro de la zona euro y el 1% al «resto», según figura en sus cuentas.
Además, Ericsson España cerró el ejercicio con un beneficio bruto de explotación (Ebitda) de 20,7 millones de euros, un 22,09% más en comparación con los 16,95 millones de euros del curso anterior. De este modo, su margen operativo se situó en 2022 en el 4,09%, frente al 3,43% del ejercicio anterior.
ELEVA UN 86% EL DIVIDENDO
En este contexto, la compañía ha propuesto destinar 21,4 millones de euros al pago de dividendos con cargo a los resultados de 2022, lo cual supone casi duplicar (+86,08%) los 11,5 millones de euros que repartió con cargo a las cuentas de 2021.
Por otro lado, Ericsson España cerró 2022 con una plantilla de 2.333 empleados, tan solo ocho más que los 2.325 del curso anterior, mientras que el gasto de personal se elevó hasta los 207,72 millones de euros, un 0,86% más que en 2021.
En cuanto a los impuestos, la filial española de la empresa sueca ingresó 2,83 millones de euros debido a la diferencia entre un gasto de 2,56 millones de euros por el abono de impuestos corrientes y a un «ingreso por impuesto diferido» de 5,4 millones de euros. En ese sentido, en 2021 la compañía pagó 773.000 euros por impuestos sobre su beneficio.