Economía

El precio del alquiler vacacional en España crece un 11% en el primer trimestre, según el INE

El precio del alquiler vacacional en España creció un 11% en el primer trimestre del año con respecto al mismo periodo de 2022, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), recogidos por Tinsa.

Esta evolución refleja un mayor tensionamiento en el mercado que es acorde con la recuperación del turismo extranjero observada en el último año.

La oferta de viviendas destinadas al alquiler turístico se estima en más de 305.100 unidades en todo el territorio nacional. El 85% de ellas se sitúa en provincias con línea de costa, 80% si se excluye Barcelona, que aglutina un alto volumen de turismo urbano y no exclusivamente de playa.

La concentración geográfica de las viviendas de alquiler turístico es alta. En torno al 45 % se reparte entre los archipiélagos (22%), Málaga (12%) y Alicante (11%).

Según Tinsa, el número de viviendas en alquiler registró una contracción a partir de 2020 y aún no se han recuperado los niveles previos a la pandemia, debido principalmente a la reducción de la oferta en Cataluña, Comunidad Valenciana y Baleares, que contrarresta el incremento experimentado en la Costa Norte, Islas Canarias y algunas provincias de Andalucía.

Para la consultora senior del Servicio de Estudios de Tinsa, Andrea de la Hoz, «el alquiler turístico permite obtener rentabilidades superiores a las del alquiler tradicional, lo que se refleja en los precios de compraventa, independientemente de que dichos inmuebles vacacionales se destinen a uso propio o a alquiler turístico».

Por otro lado, la demanda de vivienda en alquiler vacacional es 40% nacional y 60% extranjera. La demanda extranjera es en un 80% de origen europeo.

La evolución del número de viajeros que recurren a apartamentos de alquiler ha alcanzado los máximos de 2019, aunque con diferentes dinámicas entre residentes en España y residentes en el extranjero.

Además, los residentes en España alcanzaron un máximo histórico en el verano de 2021, mientras que los residentes en el extranjero necesitaron un año más hasta registrar el impulso más marcado en el verano de 2022, sin superar aún los niveles de 2019.