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La disminución del esperma es ya una realidad

Un equipo internacional de investigación multiinstitucional dirigido por Hagai Levine de la Universidad Hebrea de Jerusalén realizó una revisión sistemática y meta-regresión de estudios científicos publicados entre 1981 y 2013 y escrito en inglés que midió la concentración de esperma y el recuento total de espermatozoides. Esto significaba buscar cada estudio que pudieran encontrar, agruparlos y luego buscar tendencias con el tiempo. En última instancia, encontraron 185 estudios de 42.935 hombres que proporcionaron muestras de semen de 1973 a 2011. Su análisis encontró que durante este período de tiempo la concentración de esperma disminuyó un promedio de 1,4% por año para una disminución total del 52,4%. Durante el mismo período de 38 años, el recuento total de espermatozoides disminuyó en promedio 1,6% por año para una disminución general del 59,3%, o de 99,0 millones de espermatozoides por mililitro de semen a 47,1 para todos los hombres en los condados “occidentales”.

Proyectar estas tendencias para Norteamérica, Europa, Australia y Nueva Zelanda significaría que dentro de siete años el promedio de espermatozoides podría caer por debajo de los 40 millones por milímetro, el umbral en el cual las posibilidades mensuales de reproducción caen, según un estudio de The Lancet. Una vez más, esto supone que las mismas tendencias continúan. Además, dentro de los 25 años, el recuento promedio de espermatozoides podría descender por debajo de los umbrales necesarios para reproducirse con fiabilidad (menos de 15 millones de espermatozoides por mililitro es el umbral para un conteo de espermatozoides inferior al normal, según se indica en la página web de la Clínica Mayo).

Esto no es una noticia completamente nueva, sino, más bien, el último estudio en una carrera en curso. Ya en 1992, Elisabeth Carlsen, Aleksander Giwercman, Niels Keiding y Niels E Skakkeblek de la Universidad de Copenhague publicaron un estudio similar en el BMJ que encontró que “ha habido una verdadera disminución en la calidad del semen en los últimos 50 años”. Así, esta última actualización de Reproducción Humana sugiere que 20 años después de la advertencia de Carlsen, Giwercmann, Keiding y Skakkeblek, las tendencias a la baja no se han estabilizado y en su lugar han continuado.

Sin embargo, independientemente de estas limitaciones, una caída tan grande en los recuentos de esperma medidos merece una mirada más cercana a lo que puede estar sucediendo. Hace tres años, el Dr. Phil Hammond escribió para The Telegraph que la causa de la caída de los recuentos de esperma no está clara y “podría ser la dieta, el medio ambiente”.

Los productos químicos en aumento en nuestros alimentos, en nuestros cuerpos y en nuestro medio ambiente podría ser culpable. De hecho, hay un creciente cuerpo de pruebas de que la contaminación puede afectar a los espermatozoides. Por ejemplo, un estudio en Reproducción Humana encontró diferencias en el movimiento de esperma y el recuento en trabajadores de peaje que están expuestos regularmente al escape del coche en comparación con otros que vivían en el mismo área. Como otro ejemplo, un estudio publicado en Food and Chemical Toxicology encontró que dar ratas propil parabens, un producto químico comúnmente utilizado como conservante en alimentos, cosméticos, artículos de tocador y productos farmacéuticos, dio como resultado una disminución de la producción y eficiencia diaria de esperma.