Y aunque sabe que hay cosas que tiene que hacer, no está dispuesto a romper con la comodidad de las sábanas envueltas firmemente alrededor de sus hombros. No es porque sea perezoso. Usted trabaja duro todo el día para completar tareas importantes, pero sabe que conseguiría mucho más si lograse una hora adicional por las mañanas. El problema – no ha encontrado las técnicas adecuadas para lanzarse fuera de la cama y directamente hacia sus objetivos. No es para preocuparse. Despertar temprano es más fácil, incluso para las personas que son notoriamente improductivas en la mañana. Todo lo que necesitas hacer es cambiar algunos hábitos, estilo de vida y mentalidad.
1. Deja de luchar contra tu biología.
Como empresario, es seguro asumir que ser productivo y alcanzar sus metas son prioridades. Por lo tanto, para maximizar la productividad es crucial identificar cómo y cuándo hace su mejor trabajo. Si hace más por la noche, tendrá que extender sus tardes e ir a la cama más tarde. Pero si trabaja mejor por la mañana (o piensa que puede), tiene que ser capaz de despertar temprano. Por mucho que nos gustaría ser capaces de ir a la cama tarde y levantarnos temprano, la ciencia dice que no podemos tener ambos. Las personas sanas necesitan entre 7 a 9 horas de sueño todos los días. Por ejemplo, si llegas a la cama a las 11:30 pm, debes levantarte a las 7:30 am. Cualquier cosa menos resultará en algún grado de pérdida de productividad. Si vas a despertar temprano, tienes que ir a la cama temprano también.
2. Nunca duerma con su alarma a su lado.
Muchas personas establecen sus alarmas para exactamente el tiempo que necesitan para despertarse, pero son incapaces de resistir el presionar sus botones de repetición una, dos o incluso tres veces cada mañana. Mientras que usted puede pensar que estos pocos minutos extra le darán al cuerpo más tiempo para relajarse, los científicos conductistas sugieren que hace exactamente lo contrario. Retrasar el levantarse confunde su ciclo del sueño, interrumpe su reloj biológico y rompe la asociación del cerebro entre el sonido de su alarma y el despertar. En última instancia, usted apenas se siente más descansado y su alarma es menos eficaz. Establezca su alarma para exactamente cuando necesite despertarse, a continuación, póngala lo más lejos de su cama posible.
3. Diseñar una rutina inquebrantable
La organización y el impulso son dos pilares de la vida de una persona productiva. Sin la organización, usted luchará para trabajar eficientemente. Sin impulso, nunca construirá la energía mental necesaria para abordar y completar sus tareas más difíciles. La mejor manera de incorporar estos dos aspectos en su día es desarrollar una rutina matutina sólida. Tener algo que hacer tan pronto como se despierte consigue que su día comience inmediatamente.
Cuando sus actividades están secuenciadas estratégicamente, realiza pequeñas tareas que le brindan la confianza y el impulso necesarios para comprometerse con las más desafiantes progresivamente hasta que, finalmente, haya marcado todo en su lista de tareas pendientes.
4. Cree una afirmación que le motive
“Tengo metas. Si no trabajo, no las alcanzaré. Si no empiezo ahora, me quedaré atrás”. Debe decirse cada mañana. Esta frase simple le recuerda lo que está tratando de lograr. Refuerza la idea de que el tiempo es precioso. Y pone todas sus acciones en perspectiva, incluso el simple acto de despertar a tiempo. En consecuencia, le saca de la cama en menos de un minuto todos los días. La investigación psicológica sugiere que cuando las afirmaciones se practican deliberadamente y con regularidad, refuerzan las vías químicas en su cerebro que hacen que el mensaje resuene más fuerte cada vez. Las afirmaciones son herramientas poderosas que se pueden aplicar a numerosos aspectos de su día con el fin de ser más productivo.