¿Hacer home office o no hacer home office? Esa es la cuestión. A veces, trabajar desde casa puede resultar aterrador para ciertas personas. Si no estás en la oficina, puedes perderte situaciones espontáneas que pueden resultar importantes para ti, ya sean reuniones interesantes frente a la máquina de café o en el pasillo. Pero la verdad es que trabajar desde casa reduce los costes, aumenta la creatividad y hacer que las personas sean más felices y por tanto más productivas.
El único problema es que las telecomunicaciones, en ciertas ocasiones, no son las mejores. Debería existir un sistema de telecomunicaciones para cada caso en particular, sobre todo para aquellas situaciones que requieren un trabajo en equipo.
Pero lo importante si trabajas desde tu casa, es que adaptes tu hogar a la situación. El trabajo requiere medidas de concentración. Por otro lado, hay estudios que avalan que los diferentes tipos de trabajos requieren diferentes niveles de reestructuración del hogar, lo que por otra parte suena demasiado complicado.
Pero hablando de números, está demostrado que el home office resulta más productivo para las empresas y para sus empleados. Cuánto más automatizado esté el trabajo, mayores serán los beneficios. Pero si hablamos de innovación, la proximidad con los compañeros de trabajo, nos hace ser más competitivos y eso viene dado con el trabajo de oficina.
Si un equipo no se conoce bien, es difícil que funcione de la manera que debe funcionar. La proximidad nos permite crear una conexión que facilita la colaboración y que construye unos niveles de confianza muy altos.