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¿Serán fundamentales las habilidades intangibles?

Nombrado CEO del Grupo Adecco en septiembre de 2015, Alain Dehaze es una de las personalidades cuya opinión es tenida en cuenta en todo foro empresarial que se precie. Estas son sus previsiones sobre los importantes cambios que se prevén en el entorno laboral internacional del futuro a medio plazo.

Quedan cuatro años para la Cuarta Revolución Industrial de la que hablaba el Foro de Davos de 2016: el cambio tecnológico y la falta de preparación para lo que, supuestamente, se nos viene encima. ¿Cómo están preparándose en Adecco para ello?

Las tecnologías están acelerando el proceso y vemos que la automatización robotizada o la inteligencia artificial tienen cada vez un mayor impacto. La clave estriba en que, precisamente, por la velocidad a la que se suceden las cosas, todavía no sabemos qué conocimientos y habilidades serán las que se necesitarán en los próximos 10 o 15 años. En la actualidad, 6 de cada 10 alumnos de escuela tendrán, dentro de 20 o 25 años, un trabajo que, a día de hoy, ni siquiera existe… Eso hace extremadamente difícil, para el sistema educativo, anticipar las competencias que necesitarán desarrollar para sus alumnos en un plazo de diez años. ¿Cómo nos enfrentamos a esto…? Estamos convencidos, y los datos nos lo demuestran, de que hace falta establecer líneas de trabajo conjunto entre los ámbitos público y privado para que el sistema educativo proporcione lo que vayan a ir necesitando las empresas en el futuro inmediato. Esa será la mejor manera de enfrentarse a los acelerados cambios que van a venir.

En estos momentos, ¿está Adecco más en contacto con lo que demandan las empresas que antes?

Absolutamente, porque todo sucede muy rápido. Nosotros somos, por un lado, ‘socios’ de las empresas, al ofrecerles flexibilidad, porque dichas empresas viven en el llamado ‘entorno VICA’ –acrónimo de volatilidad, incertidumbre, complejidad y ambigüedad– y, para moverse en él, necesitan ser flexibles y recurren a nosotros para que les proporcionemos esa flexibilidad. Por otro lado, somos ‘socios’ de los candidatos, que recurren a nosotros en busca de un trabajo. Conocemos las necesidades de las compañías y las habilidades de los candidatos y podemos hablar con los gobiernos para que se facilite el acoplamiento entre unos y otros, porque somos el intermediario más adecuado para ello, para hacer encajar las necesidades y lo que se precisa del sistema educativo. Este es un rol que estamos incrementando cada vez más en distintas partes del mundo. Por ejemplo: yo soy el presidente de GAN –Global Apprenticeship Network–, donde trabajamos en pos de estos objetivos.

Una de las situaciones de las que habla también el Foro de Davos es que buena parte de los trabajadores futuros trabajarán en casa… ¿Supondrá eso un problema para Adecco?

No. En absoluto. Te pongo un ejemplo: hay una gran empresa estadounidense a la que proporcionamos terapeutas de habla para niños. Hoy, esta labor se está desarrollando a través de internet: los niños están en la escuela o en su casa y el terapeuta está en algún punto de los EE UU, realizando su terapia de forma digital. Adecco es el intermediario entre niño y terapeuta. No se necesita el contacto físico. Nosotros hacemos que las piezas encajen, ya sea de forma presencial o de forma digital.

Foto de Jacobo Medrano

¿Qué segmentos ofrecen más puestos de trabajo y plantean más posibilidades de futuro?

Todos los perfiles relativos al llamado sector CTIM –iniciales de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas–. La ‘m’ podría servir también para medicina. Tener formación en estas cuatro –o cinco– áreas ofrece muchas más oportunidades. Pero las que también van a resultar fundamentales son las habilidades intangibles: la creatividad, la empatía, la gestión de proyectos, la colaboración… ¡Todas estas cosas no se enseñan actualmente en las escuelas o las universidades! Pero de cara al futuro van a ser cada vez más importantes, porque las tecnológicas son habilidades que se pueden aprender rápidamente, mientras que las otras, por lo pronto, las tiene que desarrollar cada uno.

Las empresas van a contratar ‘actitudes’ y van a proporcionar o enseñar las habilidades. Va a ser más importante encontrar el perfil adecuado, la personalidad que se ajuste a la cultura de la empresa. ¡Y nosotros podemos entrenar a los candidatos! Además, de una forma rápida y en muchos de estos nuevos campos.

Según sus datos, ¿cómo va España? ¿Cuál es la tendencia en cuanto a empleo y salarios en nuestro país?

Estamos muy satisfechos de los resultados que nos llegan de España y del equipo que tenemos aquí. Somos líderes del mercado, tanto en contratación temporal como en contratos fijos. Somos el número uno, con un 20% de cuota. En otro orden de cosas, tras 10 años, la economía está creciendo a un ritmo robusto, lo que es muy positivo. Si nos fijamos en el PIB vemos el crecimiento del 3% en 2016 y del 2,1% previsto para 2017.

¿Qué medidas se deberían plantear para favorecer el empleo?

Los países más avanzados son aquellos que tienen un mejor sistema educativo, una mejor reputación internacional, grandes multinacionales propias que permiten a los estudiantes desarrollarse profesionalmente, y un entorno que favorezca la calidad de vida y en el que sea fácil crear negocios. España tiene buenas escuelas y universidades, pero en lo que se refiere a retener talento cae. Hay buena calidad de vida pero un entorno complejo para poner en marcha un negocio.