Saint James aterriza en España. La reconocida firma de moda marinera que ha vestido a Pablo Picasso, Audrey Hepburn o Andy Warhol se lanza en nuestro país con la mirada puesta en un mercado «sensible a la moda, la estética, la calidad y al saber hacer», tal y como nos cuenta el presidente de Les Tricots Saint James, Luc Lesénécal, con el que hablamos para repasar la actualidad de la marca y sus más de 130 años de historia.
Y es que Saint James nació en 1889 en la localidad de Saint-James (Francia), un pueblo con una gran tradición de tejidos, alcanzando su fama mundial con una primera prenda de lana pensada para los marineros locales, que les protegía del frío y la humedad. Y cambiaron la moda.
Ha llovido mucho desde entonces, pero la marca ha sabido combinar la tecnología y moda actuales con la tradición de antaño. Hoy, cuenta con 350 empleados (250 en producción; 50 en administración y 50 en tienda). Siguen trabajando en Saint-James, aunque ahora lo hacen en una fábrica de 15.000 metros cuadrados, que surte a más de 1.500 puntos de venta autorizados en Francia y en el mundo y 85 tiendas Saint James.
En 2021, la firma –que tendrá a Mario Menéndez (creador de la marca Ôbaba Paris) como agente exclusivo en España– tuvo unos ingresos consolidados de 60 millones de euros, gracias a sus 1,2 millones de unidades vendidas al año, el 40% fuera de Francia (proveniente de las exportaciones a Europa, América del Norte y Asia). Por si fuera poco, desde 2012 la empresa es reconocida como “Entreprise du Patrimoine Vivant (EPV)” (“Empresa del Patrimonio Vivo”).
La marca, que hoy tiene su puesta de largo y presentación oficial, ahora mira a nuestro país. Nadie mejor que su presidente para explicarnos las claves del éxito y las intenciones de su expansión en España.
PREGUNTA. En primer lugar, hablemos de la llegada a España. ¿Cómo surge la idea y por qué es importante el mercado español?
RESPUESTA. Saint James exporta ya el 40% de su producción por todo el mundo; podemos citar un tercio en América del Norte, un tercio en Asia y un tercio en Europa, desde hace más de 20 años, empezando por el norte de Europa, Benelux y Alemania. El sur de Europa es una prioridad para nosotros, nuestras ventas en el mercado italiano han crecido mucho estos últimos años tres años. La demanda de prendas Saint James en Italia es fuerte, cómo también lo es en el sur de Francia. La idea de desarrollar el mercado español viene de estos éxitos: consideramos que un país como España, sensible a la moda, la estética, la calidad y al saber hacer, es sin duda un buen mercado para Saint James.
P. El consumidor cada vez atiende más a la historia y a la sostenibilidad de las prendas que luce. ¿Qué papel juega Saint James en esto?
R. Hay varios elementos importantes. Saint James produce sus prendas con fibras naturales, como la lana y el algodón (mayoritariamente orgánico), y cada vez más con lana y algodón reciclados. El 96% de los restos de la producción de lana y de algodón son reciclados. Nuestras prendas están fabricadas en Francia y esto nos permite tener una trazabilidad excelente, tanto de los tejodos como de las prendas Saint James.
Saint James es una empresa implicada en la responsabilidad social y con el medio ambiente. Gracias a todo ello estamos a la altura de las expectativas de los consumidores más exigentes que quieren saber exactamente dónde, por quién y cómo una prenda está fabricada.
P. Pese a las cifras de éxito, mantenéis vuestra esencia y raíces en el pueblo de Saint James, dónde tenéis vuestra sede. ¿Cuál es el truco para tener los pies en la tierra?
R. Saint James es una empresa anclada en su región, Normandía, que exporta por todo el mundo. Pero es importante entender que el saber hacer de Saint James en tricotaje y confección es un saber hacer humano, que se ha transmitido de generación en generación. Los empleados de Saint James son personas de la región que siguen una formación interna de alta calidad durante 18 meses. Este saber hacer es regional, es ancestral, la región fabricaba paños en la época medieval. Estamos orgullosos de Normandía y bajo ningún concepto Saint James se podría disociar de sus raíces, de su tierra.
Saint James ha ido contracorriente y ha resistido 134 años a la externalización y ha apostado siempre por lo contrario, por crear empleos en su región, formarles de manera puntera, darles las mejores máquinas y de aumentar nuestra competitividad. Gracias a ello la calidad de nuestras prendas es extraordinaria.
P. ¿Qué previsiones de futuro mantenéis en cuanto a cifras de crecimiento?
R. Desde hace más de 10 años Saint James ha tenido un crecimiento muy significativo cada año, por ejemplo acabamos de publicar los resultados de 2022, las ventas en 2022 han aumentado de un 12% interanual. Nuestro objetivo para los próximos años es de un crecimiento más moderado para los próximos 3 años, en torno al 5% anual. De esto modo podremos absorber el crecimiento de una manera más ordenada. Cuando hablamos de crecimiento en Saint James quiere decir contratar y formar internamente nuevos empleados, ya que fabricamos en nuestros ateliers. Preferiremos crecer un poco más despacio y poder así hacerlo con seguridad, manteniendo nuestro compromiso de calidad y durabilidad.
Para gestionar el fuerte crecimiento la empresa ha invertido fuertemente estos últimos 10 años. Acabamos de mudarnos a nuestro nuevo almacén logístico y hemos ampliado el espacio disponible en nuestro atelier, nuestra fábrica en la localidad de Saint-James.
P. ¿Tenéis pensado lanzar la marca en otros países?
R. Sí. Nuestra prioridad en Europa en este momento es España, pero al mismo tiempo seguimos desarrollando nuestra red de ventas en otras zonas del mundo. Por ejemplo, acabamos de implantarnos en los Emiratos Árabes Unidos, empezando por la ciudad de Dubai y estamos desarrollando nuestra acción comercial en Iberoamérica, en particular en México y Colombia. Ambos países son muy sensibles a la moda y al ‘made in France’ como garantía de diseño y calidad.
P. Lleva más de 10 años como presidente de Saint James. ¿Qué resumen hace de esta década al frente de la marca?
R. Yo creo que en estos 10 años hemos cumplido nuestros objetivos, tanto a nivel de crecimiento como de rejuvenecimiento de la imagen de marca. En estos años hemos aumentado el impacto en un público joven. En este periodo hemos rejuvenecido el cliente medio de diez años, sin perder al mismo tiempo los otros públicos. Y hemos conseguido esto siendo fieles a nuestros valores de calidad, fabricación francesa y eco-responsabilidad.
P. ¿Qué planes de futuro tiene para la marca?
R. Hay varias áreas donde estamos trabajando sin cese. Vamos a aumentar de nuevo la dimensión de nuestro atelier (nuestra fábrica), vamos a contratar y formar internamente más personas, para poder hacer frente a la demanda cada vez mayor de productos Saint James.
Por otro lado vamos a intensificar nuestros esfuerzos para desarrollar todo el ecosistema de producción de lana francesa, para aumentar la parte de lana derivada de ovejas criadas en Francia.
Y vamos a aumentar fuertemente la parte de producción de prendas en lino, ya que Normandía es el primer productor mundial de lino. El lino es una materia natural y obtener el hilo de lino en Normandía es importante ya que el impacto medioambiental es menor.