En línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, el Pacto Verde Europeo, el Acuerdo de París o el Programa de Finanzas Sostenibles de la Unión Europea, las empresas son un agente clave para contribuir al desarrollo sostenible. Son socios cuyo impacto social, económico y medioambiental aporta valor a la sociedad. Al mismo tiempo, su contribución a que el entorno sea más sostenible les ofrece nuevas oportunidades de negocio.
De hecho, la sostenibilidad se está convirtiendo cada vez más en una prioridad clave de la gestión empresarial y en parte de sus objetivos a largo plazo. Pero, ¿por qué es una práctica realmente importante para las empresas? Las ventajas son amplias: mayor rentabilidad y competitividad, mejora de la imagen pública y la oportunidad de inversión, atrae a clientes comprometidos con la sostenibilidad, mejora la eficiencia energética y contribuye a los objetivos del cambio climático, entre otras. En definitiva, una empresa sostenible genera un impacto positivo en la sociedad, el medio ambiente y las personas. Pero, ¿cómo las empresas están incorporando estos cambios? ¿Qué papel juegan los departamentos jurídicos? ¿Cómo moldean los criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ESG)? ¿A qué riesgos y desafíos se enfrentan?
Con el objetivo de dar luz a estos interrogantes Lara Cuervo-Arango, senior Legal Counsel de BayWa r.e.; Alicia García, Renewable Energy senior Legal Counsel de Galp; Isabel Heredia, senior Legal Counsel Commercial & Clean Energies de Cepsa; Berta Albajar, head of Finance and Administration de Velto Renewables; Cristina Carro, directora corporativa de Asesoría Jurídica de Parques Reunidos; y Laura de Pedro, senior manager de Legal Services de EY, participaron el pasado 13 de abril en un nuevo evento de Women bEYond, organizado por EY y Forbes en la sede de la Casa de México de España y moderado por Yolanda Sacristán, brand manager de Forbes Woman.
Las participantes en esta cita coincidían en el hecho de que cada vez son más las empresas que apuestan por contribuir al desarrollo sostenible e incorporan la sostenibilidad en sus líneas de negocio. Asistimos a una “revolución”, como señalaba Lara Cuervo, senior Legal Counsel de BayWa r.e. Y es que desde esta compañía dedicada a proyectos solares y eólicos observan que “hay un fomento de empresas metidas de lleno en la sostenibilidad”. También dentro del sector de las renovables, se pronunciaba Berta Albajar, head of Finance and Administration de Velto Renewables, compañía dedicada a la producción de energía por fuentes renovables. Albajar señalaba que desde su empresa se están haciendo progresos en el ámbito de la sostenibilidad a través de la colaboración con las comunidades locales y usos agrícolas y ganaderos asociados a las plantas propiedad de Velto, pues a su juicio, es importante también “trabajar en la sostenibilidad en esta parte más social”.
Dentro de esta revolución sostenible también tienen mucho que decir las empresas dedicadas a ofrecer gas, gasóleo y otros servicios energéticos. Es el caso de Galp. Su abogada senior de renovables Alicia García reconocía que las petroleras “han tenido que cambiar sus actividades tradicionales para ser empresas más verdes y convertible en empresas multienergéticas”. Todo un camino en el que “hay un trabajo para hacer más sostenible el planeta con actividades que pueden favorecer a la sociedad, a los trabajadores y a la propia empresa”, afirmaba. En esta misma línea, desde Cepsa, que se inició en la sostenibilidad en el año 2013 con un plan de desarrollo sostenible, remarcaban que el sector está evolucionando a “pasos agigantados”. Isabel Heredia, senior Legal Counsel Commercial & Clean Energies de Cepsa, explicaba al resto de participantes cómo el año pasado presentaron una estrategia que impulsaba una la transición energética basada en una transformación empresarial con un impacto positivo en la sociedad y en la economía en su conjunto.
Si nos centramos en el sector de parques de ocio, Cristina Carro, directora corporativa de Asesoría Jurídica de Parques Reunidos, señalaba que el sector, históricamente muy centrado en la seguridad y en la parte de impacto social, ha experimentado un “gran avance” en los últimos años dando “un paso de gigante en la parte medio ambiental con la eficiencia energética e hídrica, la gestión de residuos o la reducción de plásticos de un solo uso dentro de los parques”, explicaba Carro.
Desde EY también han observado una evolución en los últimos años en materia sostenible, algo que también les trasladan sus clientes. “Hemos dado una vuelta a todos los servicios legales para adaptarlos a las necesidades de nuestros clientes, que están cambiando, para poder acompañarles”, apuntaba Laura de Pedro, senior manager de Legal Services, quien añadía que la sostenibilidad está en el ADN de la compañía.
La sostenibilidad como cultura de empresa
Precisamente su integración en la idiosincrasia de las empresas es uno de los principales cambios experimentados en los últimos años. “La sostenibilidad es un valor que debe estar embebido en la cultura de la empresa”, decía Carro, de Parques Reunidos. Además, las participantes en esta cita coincidían en la importancia de aplicar la sostenibilidad de manera transversal y con una apuesta muy clara desde la dirección de las compañías. “Para que funcione hay que creer en ello”, apuntaba Albajar, de Velto Renewables. “No vale solo con tener políticas que se queden en un papel. La empresa tiene que creer en ello, pues es un compromiso con la sociedad, los consumidores y accionistas”, matizaba Cuervo, de BayWa r.e.
Para integrar la sostenibilidad dentro de la cultura de la empresa juega un papel relevante cómo se involucra a la plantilla. Todo un reto donde “la dirección debe dar ejemplo al equipo”, como consideran en Velto Renewables. De esta forma, será algo que se va incorporando en el día a día de forma natural y no se verá como una imposición. Una idea que también defendía Carro, de Parques Reunidos, pues sin ese ejemplo desde los puestos directivos “no se crea cultura de empresa”. “Podemos tener políticas maravillosas, pero hay que andarlas”, añadía. En este sentido, Cuervo, de BayWa r.e., afirmaba que los empleados tienen que ser conocedores de las políticas que lleva a cabo la empresa. “Nuestra matriz está en Alemania y es importante traer a casa lo que hace para que se involucre a nuestra plantilla aquí”.
Más allá del ejemplo que llegue a la plantilla desde la dirección, las empresas participantes en esta cita apuestan por la formación de su capital humano; algo que, al mismo tiempo, “fomenta la sostenibilidad de la compañía y motiva al empleado”, como señalaba García, de Galp.
Mucho más que el cuidado del planeta
Y es que la sostenibilidad va más allá del respeto y el cuidado al medio ambiente y el planeta. Es una pata que las compañías también están incorporando en su día a día de forma transversal en todas sus áreas, y que abarca múltiples ámbitos sociales y económicos. Desde EY sostienen que “la forma de trabajar dentro de una empresa es parte de la cultura sostenible, algo que ha evolucionado en los últimos años”. Pero, ¿cómo se materializa este día a día sostenible en las empresas y su plantilla?
“Todo importa”, decía Carro, de Parques Reunidos, desde proyectos de diversidad, inclusión, igualdad, bienestar del empleado, salud mental, reducción de la brecha salarial o presencia de mujeres en puestos directivos. “Son la “S” del ESG, parte integrante del concepto de sostenibilidad y en nuestro caso, engloba además de lo anterior la seguridad y la protección de la biodiversidad y en bienestar animal”, explicaba.
En Cepsa, donde trabajan muy en línea de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), cuentan con un plan de sostenibilidad del empleado en el que se incluye la circularidad de los residuos, incentivar la reducción de la comida sobrante en el comedor, la disminución de las horas de iluminación en sus oficinas, la apuesta por la diversidad, las mujeres en puestos de liderazgo o el compromiso con las comunidades en las que están presentes, sin olvidar la importancia de la seguridad. Todo ello “incentiva a los empleados a que se puedan hacer las cosas mejor”, decía Heredia. Esta filosofía era también respaldada por García, de Galp, al señalar que “son pequeños detalles que ayudan a cambiar las cosas para ser un mundo mejor”. Aspectos como, por ejemplo, el teletrabajo, reducir las impresiones de folios, el uso de vehículos eléctricos o la organización de jornadas verdes.
En el caso de la empresa de renovables BayWa r.e. se guían por los ODS para desarrollar acciones vinculadas a su sector como, por ejemplo, impulsar iniciativas que mejoren la aceptación de los productos renovables o el asegurarse de que la cadena de proveedores cumplan con políticas sostenibles y de derechos humanos; sin olvidar la diversidad, la inclusión o la igualdad.
También desde EY apuestan por ser sostenibles en su día a día con la eliminación de botellas de plástico en sus oficinas, actividades pro bono, el traslado de la documentación en papel a digital, la desconexión digital o el teletrabajo. Son aspectos que forman parte de la sostenibilidad empresarial que al mismo tiempo sirven para atraer talento, como explicaba de Pedro. A ello se suman las sesiones formativas en las áreas de fiscal y legal para que “los empleados tengan la base técnica ante el tsunami regulatorio”. De esta forma, el rol de las asesorías jurídicas es el de “guiar con la normativa a las empresas para luego implementar planes de sostenibilidad”, añadía.
Normativa sostenible
El mundo de la sostenibilidad ha traído una nueva normativa y regulación nacional y europea. Es el caso de la Directiva relativa a la presentación de información sobre sostenibilidad por parte de las empresas o el Pacto Verde Europeo. Como ejemplo de compañía cotizada y por tanto, con obligación de presentar reportes en esta materia, Galp incidía en la importancia de la transparencia de datos. “Desde Galp la sostenibilidad es un valor muy importante y estamos concienciados con ella en todos los ámbitos, y a nuestros clientes les gusta saber eso, además, Galp está como número 1 en los rankings mundiales sobre sostenibilidad”, aseguraba García. Por su parte, Heredia, de Cepsa, explicaba que “aun sin estar obligados a reportar información no financiera según la anterior Directiva, sí lo hacemos voluntariamente con arreglo a ley. Con la nueva directiva europea estaremos obligados, y seguiremos reportando con los máximos estándares”. En diciembre de 2022 se aprobó la nueva Directiva de la UE (CSRD) que obliga a las empresas de la Unión Europa a informar de manera regular sobre el efecto de sus actividades en las personas y en el medioambiente, y que entrará en vigor entre 2024 y 2026 en función del tipo de empresa.
Por otro lado, la directora de Asesoría Jurídica de Parques Reunidos hacía la distinción entre el cumplimiento de la normativa en el día a día y la visión y compromiso a futuro pues “la sostenibilidad, está tiene objetivos pensados en el medio-largo plazo”. Un camino en el que los departamentos jurídicos juegan un destacado papel. “Tenemos que estar muy involucrados, no sólo para firmar contratos, sino también para firmar cláusulas que exijan a los contratistas que cumplan ciertos criterios sostenibles”, reivindicaba García, de Galp.
Todo este recorrido hacia la sostenibilidad empresarial puede traer a debate la pregunta de si es un aspecto rentable económicamente para la compañía. Planteada esta pregunta en este encuentro, desde Parques Reunidos destacaban que la puesta en marcha “cuesta dinero”, que es una apuesta estratégica y de compromiso con el mundo en el que se opera pero que sí que la rentabilidad aparece en el retorno del medio largo plazo y que en todo caso, como decía Carro, tiene un efecto relevante en “la creación de ventajas competitivas, la retención del talento, y el acceso a capacidades financieras (incluyendo el mercado asegurador) ”. “Hay que verlo desde un punto estratégico y pensando qué impacto queremos dejar en la sociedad”, aseguraba Carro.
Para fomentar esta rentabilidad, desde EY, remarcaban la importancia de contar con el apoyo de las administraciones públicas y los fondos de la Unión Europea Next Generation para las empresas que apuesten por la sostenibilidad. “La clave está en ver la sostenibilidad como una oportunidad y no una obligación de cumplir una normativa”, remarcaba de Pedro.
Concluía así un debate en el que las participantes pudieron disfrutar también de dos exposiciones de la Fundación Casa de México en España Grandes Maestros del arte popular, con obras cuidadosamente seleccionadas entre los años de 1996 a 2018 representativas del arte popular mexicano, y Luchadoras, mujeres en la colección del MUAC, compuesta por 46 obras realizadas por 30 artistas mujeres de generaciones y geografías distintas en medios como pintura, escultura, dibujo, fotografía, instalación y registros en video.